Conferencias y artículos

"Educación universitaria de Uruguay en el siglo XXI"

Instituto Militar de Estudios Superiores (IMES), 23/6/2008.

Conferencia del rector de la Universidad ORT Uruguay, Dr. Jorge Grünberg.

Una de las cualidades necesarias para lograr un buen desarrollo es la unidad social. En las décadas que pasaron desde que retornó la democracia al Uruguay, otros países se han desarrollado enormemente, en tanto que Uruguay lo ha hecho en un grado muy menor. Un denominador común que se ve en países como Nueva Zelanda, Irlanda, Singapur o Finlandia, es que esas sociedades en determinado momento se pusieron de acuerdo en objetivos a alcanzar en el largo plazo, no buscando unanimidad, pero sí poniendo el interés público por delante de objetivos sectoriales, personales y partidarios. Esto es algo que nuestro país no ha podido lograr y creo que es el motivo por el cual nuestro crecimiento ha sido menor del que debería ser y del que merecemos. Creo que el sistema universitario tiene la responsabilidad de mostrarle a la sociedad lo que se debe hacer, dando ejemplo de unidad y de colaboración, y no lo hemos hecho. Nuestro sistema educativo podría de esa manera hacerle un gran aporte al país, además de sus aportes específicos de formación en capital humano, en formación tecnológica, y producción de conocimiento pero no lo está haciendo.

Ante la pregunta sobre el estado actual de la educación universitaria en el Uruguay, empezaría respondiendo que para evaluar un sistema se debe conocer su propósito. Uno de nuestros mayores problemas es la tendencia a la fragmentación del sistema educativo; es imposible tener un sistema universitario de clase mundial, si no tenemos un sistema de educación secundaria de excelencia. Debemos considerar la educación universitaria, la técnica, la secundaria, la permanente, la educación dentro de los centros de trabajo, como un todo, y no esperar a que las universidades compensen las carencias en la enseñanza que se arrastran desde la Secundaria, no se puede esperar que las empresas cuando reciben a un profesional o un técnico, puedan compensar las carencias de formación que puedan traer de la Secundaria Técnica o de la Universidad, se debe observar la situación en conjunto.

Entonces la pregunta para evaluar nuestro sistema educativo es la siguiente, ¿Qué proyecto tenemos de país? ¿Es un proyecto para vegetar diez años más? ¿Es un proyecto para tener mejoras marginales sobre la base de pequeños cambios tácticos? ¿O queremos un proyecto de mejora cualitativa en un plazo de diez o quince años? ¿Podremos en diez o quince años ser un atractor de talentos de industrias de alta tecnología como lo es Irlanda? Sí, podríamos serlo. Si queremos tener un polo biotecnológico regional como Singapur, si queremos ser el país innovador en telefonía celular como Corea del Sur, el Uruguay podría lograrlo. Pero si ese es nuestro proyecto que queremos para Uruguay, entonces el instrumento no sirve ya que nuestro sistema educativo no está capacitado para brindar la plataforma de desarrollo para ese tipo de proyecto; se requieren grandes cambios.

Existen algunos problemas con nuestro sistema educativo en general y el universitario en particular, que están a la vista de todos: uno de ellos es el problema de equidad, ya que la la población con ingresos menores no accede al sistema universitario, especialmente la del interior del país. Ésto tiene implicancias importantes desde el punto de vista ético y democrático.

Si el día de mañana queremos tener una empresa como Nokia o Google en Uruguay, tendremos que poner la educación superior, terciaria y cuaternaria al alcance de todos los ciudadanos uruguayos. Y para lograr esto se debe repensar el sistema de acceso a la educación, ya que el utilizado hasta el momento (el de gratuidad) no alcanza, debemos lograr que todos los talentos que viven en los asentamientos puedan florecer. Para conseguirlo, necesitan acceder a una buena educación secundaria, tienen que acceder luego a un buen sistema universitario, deben tener una beca que le pague los libros y el transporte, y por último deben tener la posibilidad de acceder a un master o doctorado, en lo posible, en nuestro país. Y al culminar sus estudios debe existir un sistema empresarial que recompense y premie sus conocimientos porque sino se obtendrá como resultado la "fuga de cerebros" de nuestro país.

Además del problema de equidad, tenemos un problema de calidad que es conocido por todos los que trabajan en el sistema universitario. En Corea del Sur la media de los resultados en matemática de los alumnos de Secundaria, está por encima del máximo uruguayo, por citar un ejemplo. Y existen problemas de coordinación, para los cuales el Gobierno tiene la posibilidad de fomentar proyectos colaborativos entre las instituciones a través de nuevas políticas.

Debemos entender que la misión del sistema universitario con vistas a un proyecto de desarrollo del que se habló al principio, es una misión distinta de la que ha tenido hasta ahora. Tenemos que pensar que la misión del sistema universitario es la formación de capital humano avanzado, la formación doctoral, licenciaturas, los postgrados, la formación permanente y el relacionamiento interactivo con empresas para la formación, generación y aplicación de los conocimientos.


Reflexión final

Uruguay necesita una educación de clase mundial porque es lo que le ha permitido a otros países, que tienen la misma cantidad de habitantes, alcanzar una prosperidad que está muy lejos de nosotros. El problema es que Uruguay no tiene escala para tener ningún centro universitario de clase mundial, por lo cual nuestra estrategia tiene que ser: crear un sistema integrado que permita capitalizar las fortalezas y complementariedades de los distintos centros de conocimiento que tiene nuestro país (las cinco universidades existentes, los institutos universitarios, los centros de investigación en las diferentes áreas, las empresas). Es decir, Uruguay tiene un sistema productivo que no genera conocimiento, que no es innovador, además si queremos tener un sistema educativo competitivo a nivel mundial, no podemos tener instituciones individuales. Ahí considero que es donde tendremos un gran desafío por delante ya que hay una cantidad de obstáculos en el camino y los enfoques son de tipo legislativos, otros de tipo cultural, otros son de tipo institucional. Pero creo que la clave de todo será llegar a una visión nacional unificada para crear un sistema educativo de este tipo y una mejora para el país.