El atelier de alta costura Tissora, fundado y dirigido por Florencia Sica y María Emilia Rodríguez —graduadas de la Licenciatura en Diseño de Modas de la Universidad ORT Uruguay—, obtuvo el Primer Premio al Mejor Vestuario de Murga en el Carnaval 2014, por los trajes del conjunto Momolandia. El premio fue otorgado por la Intendencia de Montevideo.
“Tanto en carnaval como en el resto de los trabajos que realizamos, siempre somos nosotras dos quienes diseñamos y llevamos a cabo todo lo que tiene que ver con la dirección de arte de cada proyecto”, comentaron Rodríguez y Sica. “En determinadas instancias —como el carnaval— se terceriza la confección y nosotras nos encargamos de la supervisión de los talleres”.
En el caso de Momolandia 2014, las diseñadoras trabajaron en conjunto con Luis Halter, quien se encargó del vestuario de la primera parte del espectáculo: Tissora tuvo en sus manos la despedida: “fue algo fuera de lo común, ya que en todos estos años de carnaval hemos trabajado todo el vestuario de cada espectáculo”, dijeron las diseñadoras.
Crear vestuario para murga no es algo nuevo para Rodríguez y Sica. Empezaron en 2007 haciendo trajes para un grupo de Murga Joven donde concursaban un grupo de amigos. “Nosotras estábamos estudiando y nos pareció divertido; ambas ya nos inclinábamos a la parte artística, de hecho siempre fuimos asiduas espectadoras del carnaval”.
En 2009, y gracias a los trajes que hicieron para Murga Joven, las llamaron del Carnaval mayor.
Sobre la metodología de trabajo contaron que, una vez definida la propuesta —para lo cual tienen reuniones con el director responsable del conjunto o con la comisión de vestuario, donde se habla del libreto, las caracterizaciones y el presupuesto— se comienza el proceso de diseño a mediados de octubre. “No solo hay que tener en cuenta el tema, sino la identidad del conjunto, el estilo. Generalmente para la realización se tiene solo un mes: se trabaja fuerte y concentrado”.
La cantidad de trajes, personajes y accesorios depende de cada espectáculo y conjunto, pudiendo ser un mismo diseño para todos o tantos diseños como integrantes, explicaron.
En el caso de Momolandia, se realizó un mismo diseño para todos, teniendo únicamente la variable de color y, por supuesto, el traje del director, que siempre se diferencia. Para los integrantes, se trabajó en “un traje voluminoso, colorido, con movimiento y explosivo”. Buscaron generar “una explosión de color y energía, ya que el espectáculo lo necesitaba: el tema central era ‘Acostumbrados’ y venía con un vestuario estático, basado en el reciclaje, con una paleta baja de color (a cargo de Luis Halter); la idea era romper con eso y generar un drástico cambio de textura, color y movimiento, un verdadero ‘shock visual’”.
El premio que recibieron por el vestuario de Momolandia es el segundo que obtienen en la categoría Mejor Vestuario de Murga: en 2013 las distinguieron por los trajes que hicieron para La Trasnochada. “Esto nos enorgullece y nos hace sentir que está bien lo que estamos haciendo. Más allá del premio, lo que más nos gusta es la gente que sin conocerte destaca los vestuarios de los conjuntos”.
Rodríguez y Sica comentaron que les encanta el carnaval, y más les gusta trabajar en él. “Si bien es una tarea zafral que abarca unos pocos meses del año, es una instancia donde se deja volar la imaginación y el arte del diseño se expresa libremente. Sin dudas, nos completa como diseñadoras”.