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“El silencio es lo peor que le puede pasar a una película”

24/07/2015
El documental “Tus padres volverán” cuenta cómo seis niños tratan de reconstruir su identidad. “No quería hablar de la lucha política sino de la generación post dictadura; hablar de la historia de los niños del exilio, no de sus padres”, dijo el director de la película, Pablo Martínez Pessi.
Tus padres volverán. Imagen: difusión.

154 niños volaron solos desde Europa a Montevideo. Eran hijos de exiliados políticos de Uruguay, que en 1983 fueron a conocer a sus familiares y a su país de origen. A partir de este hecho, seis de aquellos niños aún tratan de reconstruir su identidad, porque han vivido una vida en retirada, abandonando una y otra vez aquello a lo que se han aferrado.

Tus padres volverán cuenta las historias de Cecilia Rodríguez —nacida en Cuba—, Salvador Banchero —nacido en Buenos Aires—, Marcos Medina —radicado en Bélgica—, Jorge Garibaldi —radicado en Dinamarca—, Guzmán Tierno —que vive en Italia— y Fernando De Meersman —“aún no sabe cuál es su lugar en el mundo”.

El documental se estrenó el jueves 23 de julio y se puede ver en salas de Movie, Life y Grupocine. Entrevista a su director, Pablo Martínez Pessi, Lic. en Comunicación Audiovisual por la Universidad ORT Uruguay.

¿Cuál fue tu primer acercamiento al tema?

El acercamiento fue sencillo. Estaba viendo la televisión y me encontré con un informe en canal 10 que hablaba del viaje de los niños del exilio, del año 83, cosa que yo no tenía ni idea, no conocía para nada. Fue una sorpresa total ver a los niños en los ómnibus, saludando a la gente; la gente como cuando llegó la Celeste a Uruguay, un estilo parecido; diez ómnibus urbanos por la rambla de Montevideo, para mí fue impactante, realmente me emocionó.

Lo que me pregunté fue qué es lo que siente un niño de esa edad, tres, cuatro, cinco, seis, siete años, que llega a un país desconocido a conocer a personas que no conocía, todos desconocidos totalmente, y muchos que no hablaban idioma español. Qué puede pasar por la cabeza de un niño de esa edad al llegar a un país en dictadura y a un país idealizado por sus padres.

¿Cómo surge, entonces, la película en sí?

Empecé a hacer toda la investigación, por supuesto que primero fue ir a la base, a quienes habían organizado el vuelo, tanto de Uruguay como extranjeros, los contacté a todos, de ahí fui armando la estructura del hecho, o sea, cómo se había formado toda esta idea; porque realmente no había ningún documento hasta entonces que hablara de este hecho de la llegada de los niños. Entonces tuve que recomponer toda la historia.

Para mí era muy importante contactar a estos niños porque yo quería contar la historia de ellos, no la historia de quienes habían estado involucrados políticamente en este hecho, que eran los padres. No me interesaba hablar del hecho puntual —la lucha de los padres—, sino de los niños, que se vieron involucrados indirectamente por la necesidad de los padres de mandar un mensaje a favor de los derechos humanos y en contra de la dictadura.

No les tocaba a los niños venir a Uruguay. Esos niños tendrían que haber ido a la escuela aquel día en vez de haber hecho este viaje, por más de que este viaje fue muy importante, muy importante por lo que se venía a continuación, que era la salida de la dictadura y la vuelta de la democracia. La llegada de los niños fue un mensaje clarísimo de los padres: “Hola, estamos acá, somos uruguayos, estamos en el exterior, nos echaron”. Era enviar el abrazo que los padres no les podían dar a sus familiares. Por eso el nombre de la película, que surge del grito de una mujer que estaba en una esquina, que les gritaba a los niños cuando pasaba la caravana: “¡Tus padres volverán! ¡Tus padres volverán!”.

¿Qué interrogantes te planteabas?

Yo quería contar qué era lo que le había pasado a estos niños. O sea, cuál era la historia de vida de estos niños, por qué se habían exiliado, cuándo se habían exiliado y cuál era la relación de ellos con sus padres y con el exilio.

Para muchos de ellos, los más grandes, fue un reencuentro con el Uruguay porque ellos se tuvieron que exiliar con cinco, seis, siete años, y algunos recuerdos se llevaron del país. Pero para los más chiquitos era un encuentro por primera vez con el Uruguay, y por primera vez con sus familiares. Entonces contar la historia de los otros era para mí lo fundamental, lo que yo quería hacer. No quería hablar de la lucha política sino que quería hablar de la generación post dictadura, que en nuestro país no se ha hablado nunca y este documental lo hace por primera vez. Eso es por lo que luché desde el inicio cuando empecé a investigar: hablar de la historia de los niños del exilio, no de sus padres

¿Cuándo y cómo empezás a realizar el documental?

La investigación la comencé en el año 2010 con Gabriel Farías desde lo base, conseguir todo, armar el relato del viaje.

A finales del 2010 comencé a contactar a los niños, cosa que fue muy difícil, yo pensé que iba a ser más fácil. En el 2010 Facebook tenía solamente dos años, y pensé que los iba a poder encontrar ahí, pero fue imposible. Encontré a muy pocos de ellos pero igualmente esa muestra me permitió contactarme con los seis protagonistas de la película.

¿Con qué te encontraste, una vez que tuviste a los seis protagonistas?

Lo que pasó es que todos más o menos tienen los mismos recuerdos del viaje, que fue un día de mucho calor, que fue una caravana de cuatro horas y media, que fue sumamente emocionante, pero todos tienen historias diferentes de vida y eso era lo que a mí me interesaba, qué había después del viaje, qué quedó después en cada uno de ellos, qué reflexiones les generó acerca el exilio, acerca de quiénes eran ellos, quiénes eran sus padres, cuál era la lucha… Entendieron que ellos también eran exiliados o que vivían en un exilio, que también tenían, aparte de su país, que podía ser España, Bélgica, Italia, Francia, Suecia, Holanda, otro país.

Tus padres volverán recibió diversos apoyos que ayudaron a la realización.

En el año 2011 presenté el proyecto a Fundación Carolina e Ibermedia, el curso de Desarrollo de Proyectos Iberoamericanos, donde fui becado por dos meses para escribir el guion en Madrid. El guion que escribí allí es bastante fiel a la película que quedó; fue una experiencia increíble que me ayudó muchísimo. Me aportó muchísimo a mí como profesional y ni que hablar para el guion.

Luego vino toda la etapa de desarrollo. El proyecto anduvo por varios cursos internacionales de producción y de escritura, ganó como Mejor Proyecto Latinoamericano en Morelia LabDoc y Mejor Proyecto Latinoamericano en Nuevas Miradas, en La Habana, Cuba.

Posteriormente ganamos Desarrollo de Ibermedia, lo que nos ayudó a cumplir a esa etapa de desarrollo de producción de la película.

En 2014 comenzamos el proceso de edición y ganamos el fondo de Montevideo Socio Audiovisual a postproducción para pagar toda la edición, postproducción de imagen, créditos, copias, todo eso.

Lo último es que ganamos el apoyo de ICAU y el BROU a lanzamiento y promoción de la película, que nos permitió hacer toda la promoción para el estreno en salas de Movie, Life y Grupocine.

En 2015 comenzamos todo el proceso de promoción y de participación en festivales: Festival de Cine del Uruguay, E Tudo Verdade —Rio de Janeiro—, Sección Oficial del Festival de Cine de Málaga. Ahora en agosto va a participar de la Sección Oficial del Festival de Cine de Lima. Estamos esperando a ver si tenemos suerte de que quede seleccionado en otros festivales también.

¿Cómo planificaron el rodaje, que se dividió entre Uruguay y varios países de Europa?

Hubo dos etapas de rodaje, la primera en Uruguay, que duró un mes y la hicimos en 2012, y la segunda en Europa, que duró 20 días y la hicimos en 2013. La segunda etapa, en Europa, fue en 2013: Florencia (Italia), Waterloo y Bruselas (Bélgica), Valencia y Madrid (España). Esa segunda etapa la hicimos con el fondo ganado en Producción de FONA, gracias a ese fondo pudimos completar la etapa de realización de la película.

Para el rodaje de Europa se hizo toda una etapa de preproducción donde se les avisó a las personas que íbamos a entrevistar allá, se fue coordinando con ellos y se les fue pidiendo total disponibilidad para esos días. La preproducción se comenzó como mes y medio antes para ajustar bien las fechas, la disponibilidad de los personajes, los vuelos, los hospedajes, los traslados.

Viajamos solamente tres personas porque el presupuesto no permitía que viajara nadie más. Yo, como productor de la película que también soy, tuve que encargarme de los dos roles, coordinando y produciendo todo y dirigiendo. Realmente estuve bastante al palo y tuve que estar tranquilo, coordinar todo y tener la cabeza fresca para dirigir la película aparte de producir.

En resumen, ¿qué es lo que querés contar con esta película?

La historia de los niños del exilio, darle la voz a los otros, a la otra generación, de la que nunca habló y se vio involucrada en la causa de lucha de sus padres.

¿Quedaste satisfecho con el producto final?

Sí, muy satisfecho. Es la película que pensé, que soñé, estoy muy conforme con la calidad de la imagen, con la calidad del sonido, con el producto final a nivel técnico, quedé muy conforme con la estructura narrativa de la película, sé que tiene un balance muy bueno. Fue una gran experiencia de trabajo.

Creo que quedó una película balanceada donde se dicen las cosas cuando se tienen que decir, se va mostrando de a poco la historia de cada uno de los personajes, se va presentando a cada uno de los personajes, se equilibran muy bien los momentos emocionales, dramáticos.

Y con lo que más quedé conforme, sinceramente, es con la conexión que tuvo la película con el público: la experiencia que he tenido hasta ahora es ver una conexión importante con el público. Se han visto a las personas muy emocionadas, como conectadas con distintos personajes, con algunos más que con otros, y eso ha sido lo más lindo que me he llevado de la película, porque uno hace la película para eso, para que el público se vea conectado, para que descubra las historias del pasado reciente de nuestro país desde otro punto de vista, y que realmente se sienta conectado con la historia, que cuando se vaya de la sala se vaya hablando de la película, se vaya reflexionando acerca de lo que vio y no se vaya en silencio, que creo que el silencio es lo peor que le puede pasar a una película. Para mí sería el premio más grande: que la gente que se va de las salas se vaya hablando de la película, de lo que le pasó con la película, si pasa eso es un gran triunfo realmente.

¿Qué otros proyectos tenés en mente?

Tengo una ficción, recién estoy desarrollando el guion.

También tengo unas ideas para documental que tengo que terminar de definir, de pulir, y ver qué es lo que voy a hacer. Uno se embarca en un proyecto de cine por amor al arte, porque realmente lo que gana son satisfacciones, muchísimas, pero te lleva muchísimo tiempo desarrollar, Tus padres volverán llevó cinco años de trabajo, entonces definir qué película voy a hacer es importante porque tengo que estar muy convencido de lo que quiero hacer para dedicarle cuatro, cinco años más de mi vida a un proyecto.

Tus padres volverán

  • Guión, Montaje, Producción y Dirección: Pablo Martínez Pessi
  • Producción Asociada: Virginia Hinze
  • Investigación: Gabriel Farías (Lic. en Comunicación Periodística)
  • Dirección de fotografía: Federico Moleda (Lic. en Comunicación Audiovisual)
  • Dirección de Sonido: Rafael Álvarez
  • Sonido directo: Rafael Álvarez, Pablo Tierno (Téc. en Diseño de Sonido)
  • Arte de poster y créditos: Cecilia Rodríguez Suárez (Téc. en Diseño Gráfico)

 

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