Uno de los accionistas, Sebastián Bardacosta, estudiante de Ingeniería en Telecomunicaciones, nos cuenta de qué se trata esta iniciativa y cuáles son las perspectivas de negocio.
“Parte del grupo que participó en el concurso seguía interesado en hacer casas autosustentables de bajo costo en Uruguay, pasar del plano académico al real”, comenta.
Para ello se planteó la propuesta a todo el grupo y algunos de sus integrantes aceptaron el desafío. “Somos 15 accionistas de diferentes ramas, hay arquitectos, administradores, ingenieros, diseñadores de interiores, entre otros”, enumera Bardacosta.
La empresa ya está en funcionamiento y ofrece desde asesoramiento para convertir una casa ya construida en una casa inteligente, así como la posibilidad de construir el mismo modelo de La Casa Uruguaya, con las opciones de 1, 2 o 3 dormitorios.
“Estamos apuntando a que este concepto sea lo más extendido posible y que todo el mundo pueda pensar en la posibilidad de tener una casa inteligente”.
Para que las personas conozcan la vivienda están construyendo un modelo a las afuera de Montevideo.
“Nuestra idea es dejarla montada y que una persona pueda vivir un fin de semana, utilizar la domótica, conocer las buenas prácticas que ofrece la casa, entender cómo ahorra energía y ver que es una linda casa, hecha con buenos materiales y funcional” y agrega entusiasmado: “la casa tiene que apostar a ser un referente en el área de sustentabilidad”.
Afirma que “no es caro realizar una vivienda de este tipo” pero necesitan que este concepto se extienda y que “todo el mundo empiece a pensar en esta posibilidad”.
La casa construida para el concurso tiene 80 m2 de superficie, 3 dormitorios, living, cocina, baño y un espacio extra que puede ser usado como escritorio o dormitorio. Asimismo, cuenta con un sistema de ensamblado que la hace mucho más barata.
En cuanto al desafío de una empresa con 15 accionistas, Bardacosta dice que no es un problema, “venimos de pasar una experiencia similar cuando concursamos”.
“Éramos 33 personas, todos de áreas diferentes, trabajamos un año y medio sin ser remunerados, con las adversidades que siempre hay y lo superamos”, agrega.
“Seguimos un modelo de negocio que se llama Mondragón, que está pensado para sociedades con varios accionistas. En la empresa hay un Directorio que toma las decisiones ejecutivas y después diversos grupos de trabajo, como el Departamento de Ingeniería, Arquitectura, cada cual con sus referentes”, explica.
Antes de finalizar la entrevista Bardacosta vuelve a enfatizar: “nosotros queremos que la casa sea un centro de conocimiento y de buenas prácticas para expandir la eficiencia energética en el país”.
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