Tres graduados de la Licenciatura en Economía de la Universidad ORT Uruguay comenzaron sus estudios doctorales en universidades de primer nivel de Estados Unidos; todos con becas totales. Se trata de una de las salidas profesionales que ofrece la carrera, aunque no suele ser la más popular.
Cómo fue el proceso de selección, cómo vivieron las primeras semanas, qué implica investigar en economía y cuál es la importancia de seguir estudiando, son algunos de los temas sobre los cuales reflexionaron Santiago Acerenza, Martina Cha y Juan Odriozola.
La aplicación: un proceso difícil
Los tres estudiantes coincidieron en que el proceso de aplicación fue largo y difícil. Martina Cha contó que rindió dos exámenes: uno de inglés y otro de comprensión lectora, matemática y escritura, además de haber llenado varias aplicaciones.
De todas formas, lo vio como una inversión en su futuro y finalmente consiguió una beca en la Notre Dame University. El apoyo del Dr. Néstor Gandelman –coordinador del Departamento en Economía– y de varios docentes de la carrera fue fundamental. Le aconsejaron a qué universidades aplicar, cómo presentarse, qué aspectos resaltar e, incluso, le hicieron cartas de recomendación.
Santiago Acerenza –que está estudiando en la Iowa State University– dijo que el apoyo que recibió del Departamento de Economía de ORT fue “total”.
Miembros del Departamento le brindaron la oportunidad de escribir artículos académicos que lo dejaron mejor posicionado a la hora de la postulación. “No solo me informaron, sino que me acompañaron emocionalmente en todo el proceso”, contó.
Juan Odriozola pasó cuatro meses estudiando para dar los exámenes de ingreso y mejorando su inglés. Finalmente recibió una beca de la Arizona State University.
“Puedo dedicarme completamente al estudio sin preocuparme por los temas financieros. La beca cubre toda la matrícula y, además, me pagan bimensualmente durante los cinco años de la carrera”, dijo.
Como contrapartida, debe salvar todas las materias, hacer una investigación de calidad a partir del tercer año –la tesis doctoral- y cumplir tareas como asistente docente.
La ciudad universitaria
Realizar un doctorado en una universidad de Estados Unidos es una oportunidad para compartir el aula con estudiantes de distintas partes del mundo, con el enriquecimiento cultural que esto depara. Odriozola tiene, por ejemplo, compañeros estadounidenses, chinos, griegos y suecos.
Indicó que tiene clases regulares de martes a jueves, en la mañana y al mediodía. De noche, el tiempo lo dedica a la resolución de los problemas planteados durante la semana. En particular, analiza cómo no cometer los mismos errores.
Cha contó que su ciudad universitaria es exactamente eso: una ciudad. Dentro del campus encuentra todos los lugares necesarios para cubrir sus necesidades, por lo que prácticamente no necesita salir. “Es un lugar enorme con un estadio de fútbol americano más grande que el Estadio Centenario”, describió.
En cuanto a las clases, detalló que son muy dinámicas y se suele avanzar muy rápido. Al final del primer año debe aprobar todos los exámenes para continuar en el programa. En los años posteriores cada estudiante elige las materias que más les interesen.
Investigar en economía
“Generar nuevas ideas de por sí no es fácil”, puntualizó Acerenza y agregó que tener una idea que sea útil, interesante, digna de ser publicada y que valga la pena prestarle atención es el principal desafío de investigar en economía.
Para Cha, la importancia de la investigación radica en que es la herramienta que permite explicar fenómenos y tendencias sociales. Odriozola cree que los posibles temas para investigar en economía son infinitos, y eso abre un panorama muy auspicioso.
“La investigación es la fuente del crecimiento del pensamiento económico”, dijo Odriozola y agregó: “También es lo que nos hace avanzar como profesionales, lo que nos habilita a analizar temáticas más complejas y diversas, y lo que permite que nuestro trabajo sea cada vez más riguroso”.
A diferencia de un MBA, que se caracteriza por ser un postgrado profesional donde los estudiantes desarrollan habilidades para desempeñarse en empresas, los doctorados que están cursando los estudiantes son académicos: el énfasis está en la investigación y la generación de conocimiento.
Una vez finalizado el doctorado, habrán desarrollado habilidades para trabajar como científicos sociales. Podrán hacerlo en universidades, en centros de investigación, en organismos multilaterales o en el Estado.
En la actualidad, Uruguay cuenta con 1.700 investigadores, de acuerdo a los datos de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). "Es un logro, pero es poco", dijo Fernando Brum –su presidente–, a El País. “Uruguay cuenta con 540 investigadores cada un millón de habitantes cuando, según los estándares globales, debería superar los 2.000 para tener reconocimiento internacional”.
El camino en el que están los graduados de la universidad es una contribución a la mejora de las capacidades de investigación del país.
La importancia de seguir estudiando
Para dedicarse a la investigación económica, según Cha, es clave contar con todas las herramientas técnicas. Por eso creyó necesario realizar un doctorado.
“Lo que más aprecio es la oportunidad de estar rodeada de gente que se dedica a la investigación y de compañeros que vienen de muchas partes del mundo, con visiones completamente distintas a la mía”.
“A medida que avanzás en el doctorado, surgen oportunidades para presentar artículos, para aplicar a otras becas, para ir a conferencias e infinitas posibilidades para capacitarse”, agregó.
Acerenza decidió hacer un doctorado porque a lo largo de la carrera se dio cuenta de que si quería estar en la frontera del conocimiento de su disciplina, el camino era el doctorado.
Odriozola siempre pensó que para realmente entender la economía necesitaba hacer dicho postgrado. La idea la reforzó cuando comenzó a trabajar como investigador en el Banco Central del Uruguay: “Me di cuenta que no tenía un panorama completo de lo que necesitaba para investigar”.
“Siempre es importante seguir estudiando. Los conocimientos en economía van avanzando, nuevas investigaciones abren nuevas corrientes, pero sobre todo es un tema de superación personal”, reflexionó.
El futuro
“Si bien hago un doctorado que dura alrededor de cinco años, paradójicamente, no pienso en el largo plazo”, explicó Acerenza. Su plan actual es volver a Uruguay, pero no sabe qué pasará en un tiempo.
Cha piensa igual. Su objetivo es aprobar los cursos, aunque también sueña con regresar y aplicar sus conocimientos a la investigación y a la enseñanza en su país.
Los planes de Odriozola son inciertos. Por el momento, se propuso terminar los estudios y aplicar a un trabajo en investigación, aún no sabe dónde. Posiblemente decida volver a Uruguay a trabajar en la academia, pero no sabe si lo hará cuando finalice o después de haber trabajado un tiempo en el exterior.
Recomendó a los estudiantes que les guste la economía y la investigación que apliquen a un doctorado. “Las universidades de Estados Unidos tienen dinero para becas y varias de ellas apuestan a la diversidad”.
Para él, tener un doctorado “abre muchas puertas”. Llegado el momento, deberá evaluar a dónde lo llevan.