“Para que un millennial se esfuerce hay que seducirlo”, dijo el profesor Norbert Monfort durante la conferencia “Un viaje a través del mundo del management”. Organizada por la Escuela de Postgrados de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales, tuvo lugar el 16 de abril de 2018.
Norbert Monfort es Licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de Bellaterra, Máster en Recursos Humanos por la Universidad de Carolina del Sur y Máster en Desarrollo Organizacional por el Instituto GR de Israel. Es, además, fundador de Monfort Ambient Management, consultora especializada en desarrollo organizacional e innovación, y profesor de ESADE Business School.
El evento se realizó en el marco de la ceremonia de graduación del Program for Management Development – PMD, un programa para altos ejecutivos desarrollado por ESADE y dictado en conjunto con la Universidad ORT Uruguay.
Desobediencia, guías y generaciones
El baterista de una orquesta de jazz desobedece a su director e improvisa un épico solo de cinco minutos que lo lleva al límite de sus fuerzas: la secuencia final de la película Whiplash sirvió como una impactante apertura para la conferencia.
“Bienaventurada la desobediencia”, dijo Monfort, quien opinó que seguir siempre las reglas es un desperdicio de energía y creatividad.
El experto se refirió a la gestión de la influencia y realizó una precisión. “¿Cuál es la diferencia entre manipular e influenciar?: el objetivo”, dijo. La influencia ocurre en un escenario en que ambas partes, la que influencia y la que es influenciada, obtienen ganancias.
“Ustedes como managers deben ser guías”, indicó. Para Monfort, un directivo debe ser capaz de lidiar simultáneamente con equipos e individuos.
Luego, trazó una evolución de las últimas generaciones:
- los baby boomers nacidos en los años 50 y educados en el valor del esfuerzo;
- la generación X, nacida hasta los años 80, con la incertidumbre como única certeza;
- la generación Y o millennials (nacidos en la década del 90) y centrados en la inmediatez;
- la generación Z, los primeros nativos digitales reales.
Los millennials, el esfuerzo y el pastor de gatos
Para Monfort, los millennials son acusados injustamente de no esforzarse y no demostrar compromiso y lealtad con su trabajo.
“Para que un millennial se esfuerce hay que seducirlo”, dijo y apuntó que cuando las diferentes generaciones trabajan de manera conjunta se produce una sinergia que genera resultados. Antes de eso, sin embargo, es inevitable que existan ciertas fricciones, a las que calificó como necesarias.
“La única forma de crecer es que haya conflicto”, opinó el profesor y dijo que únicamente con sinergia no se logra el crecimiento de una organización.
“El manager de este siglo es un pastor de gatos”, bromeó en otro pasaje de la conferencia. “La mayoría de compañías ha sido gestionada como el pastoreo de ovejas. A ese mismo pastor le han cambiado la fauna”, dijo.
La fidelización de talento y la movilidad millennial
Para Monfort, una de las grandes preguntas que deben hacerse las personas a cargo de organizaciones es cómo fidelizar todo el talento que existe en ellas.
Los frecuentes cambios laborales de los millennials son un tema que suele preocupar a los directivos de las empresas. El experto restó dramatismo a la situación y opinó que está bien que la movilidad se produzca, con una salvedad. “Tú te puedes ir, pero todo tu know-how debe quedarse”, confió.
Los directivos y los responsables de IT de las empresas deberán, entonces, trabajar en conjunto para asegurarse que el conocimiento permanezca en las organizaciones, independientemente de que las personas que lo generaron se alejen.
También señaló la relevancia de un cambio de mentalidad de los cuadros directivos y agregó que los jefes de los millennials deben reconsiderar la imagen tradicional del líder y entender que, para dicha generación, “liderar es servir”.
Para el experto es importante reconocer la identidad y las necesidades del millennial, pero también es vital marcar límites que permitan el desarrollo de una relación profesional y personal sana.
Propósitos, procesos, personas y posibilidades
Monfort presentó la herramienta “cerebro completo”, una versión de las 4P del marketing aplicadas a las personalidades de los integrantes de una organización. Así, identificó cuatro colores primarios (azul, verde, rojo y amarillo), asociados a diferentes características.
Luego de detallar las características positivas de los diferentes tipos de personas que integran una organización, el académico repasó los puntos negativos de cada uno y explicó la necesidad de que las distintas personalidades coexistan dentro de las empresas.
- Azul: son personas interesadas en los propósitos, en trazar objetivos y obtener resultados. Como aspecto negativo, suelen ser extremadamente competitivos y desean ganar a cualquier costa.
- Verde: son personas interesadas en los procesos. Priorizan la existencia de reglas y métodos y aspiran a alcanzar la excelencia. Su principal defecto es que suelen ser rígidos y perfeccionistas.
- Rojo: son personas cuyo principal interés son otras personas. Buscan la armonía y el bienestar del equipo por sobre todas las cosas y aspiran a cuidar la calidad de las relaciones. Sin embargo, suelen ser personas hipersensibles y sumisas, con tendencia a evitar los conflictos.
- Amarillo: son personas centradas en las posibilidades. Tienen una visión amplia y buscan la innovación constantemente. Su principal punto negativo es que se aburren con facilidad y pierden la motivación con rapidez.
“Hemos hecho un abuso hablando de generaciones”, dijo sobre el cierre. “Queda muy bonito, queda muy cool, queda muy divertido decir que los millennials no son de la cultura del esfuerzo”, pero esto no obedece a una realidad, sino que hay que conocer cada caso.
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