Diseñar experiencias de aprendizaje móvil e implementarlas en el marco de una clase invertida. Ese fue el objetivo del taller presencial titulado Invertir la Clase y Facilitar el Aprendizaje Móvil, que se desarrolló en el marco del proyecto Aprendizaje Ubicuo. Dispositivos Móviles y Ecologías de Aprendizaje en la Formación Inicial de Profesores de Educación Media en Uruguay.
Del lunes 16 al miércoles 18 de abril de 2018, 21 docentes de profesorado de todo el país descubrieron el funcionamiento de diferentes herramientas digitales, así como de aplicaciones móviles para incorporar en las clases.
La actividad presencial brindó seguimiento a la formación online, que los participantes recibieron desde el viernes 2 de marzo al viernes 13 de abril de 2018.
El taller fue coordinado por la Dra. Carmen Yot, docente e investigadora de la Universidad de Sevilla. Mediante una sesión interactiva y fundamentalmente práctica, respondió a las preguntas y comentarios de los participantes.
La primera parte del lunes 16, Yot hizo un repaso por los conceptos más importantes, relativos al aprendizaje móvil. También reflexionó sobre los desafíos actuales en la materia.
Durante las jornadas posteriores, se realizaron sesiones para trabajar con las herramientas específicas. Guiados y apoyados por la docente, los participantes manejaron la tecnología y se implicaron en la producción de contenidos digitales.
¿Cómo facilitar el aprendizaje móvil?
“Si no hay una finalidad pedagógica y un uso didáctico detrás, el dispositivo móvil estorba y es un elemento innecesario”, aseguró Yot.
Durante la sesión presencial, recalcó que los docentes deben conocer la tecnología y ser competentes. Eso no implica únicamente saber cómo se prende una computadora o cómo se accede a una plataforma: “Es saber realizar actividades de aprendizaje didácticas y trabajar los contenidos con la tecnología”.
“El hecho de que sepa mucho de mi materia, me hace ser un experto pero no un docente”, añadió y explicó que es importante contar con el conocimiento de la didáctica para convertir la información en un contenido didáctico. Solo de esa forma podrá llegar y ser comprendido por los alumnos.
Al mismo tiempo, recomendó a los docentes que el aprendizaje basado en móviles tenga sostenibilidad y se realice de forma continuada. También involucrarse en las tareas de producción de contenido digital y aproximarse a la forma en que los estudiantes utilizan la tecnología. “Si manejan una red social o una aplicación –y es útil para las clase–, ¿por qué no usarla?”, se preguntó Yot.
¿Por qué y para qué invertir la clase?
La importancia de invertir la clase radica en la posibilidad de aprovechar los tiempos fuera del centro educativo, de acuerdo con la docente. Es que advirtió que “no se aprende solo en la escuela o la universidad”: “Cualquier contexto puede generar aprendizaje, ya sea el supermercado o el autobús”.
Pero, ¿qué significa “invertir la clase”? En palabras de Yot, utilizar el tiempo de clase para que los estudiantes realicen actividades de aprendizaje significativas –en lugar de disponer el tiempo de clase para que el docente realice una exposición–. Por ejemplo, para orientar el trabajo o despejar las dudas de los estudiantes.
“Los dispositivos móviles nos permiten implementar modelos de enseñanza distintos –o realizar actividades similares pero sacándole el provecho–”, destacó.
Si bien hay docentes e instituciones que incorporan los dispositivos móviles a las clases, según la investigadora, “las cosas se siguen haciendo igual que antes, solo que ahora con tecnología”.
Indicó que, muchas veces, los docentes universitarios publican los apuntes en la plataforma, en lugar de dejárselos en la papelería. Pero siguen planteando una clase expositiva, en donde los estudiantes escuchan, sacan apuntes y luego estudian de esas notas o de los libros.
“No han habido cambios”, sostuvo. Si se incluyen los dispositivos móviles para hacer el mismo tipo de ejercicios que se encuentran en un libro de texto, ¿cuál es el aporte? “Realmente ninguno”, concluyó.