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Señora Directora General de ORT Uruguay, señores decanos, autoridades de instituciones amigas, miembros de nuestra universidad, señores Amigos de ORT, queridos graduados y sus familias.
Nos alegra mucho compartir con ustedes este día tan especial. Quizás ustedes piensen que terminaron con el último examen ya que están hoy acá, pero la realidad es que nunca dejamos de dar examen. Nos evalúan nuestros empleadores, nuestros clientes, nuestras familias y constantemente, nuestra propia consciencia. Aceptar que somos siempre evaluados nos lleva a aceptar que no somos infalibles y que nuestros conocimientos no son nunca completos. Nos lleva a aceptar nuestras dudas como parte de nuestra humanidad y no como debilidades. Debemos recordar que no existe descubrimiento sin dudas y que no existe nuevo conocimiento sin descubrimiento.
La educación universitaria es una experiencia transformadora. Nuestra misión como universidad es apoyarlos en ese proceso transformador. Esperamos haber cumplido. Esperamos haberlos sabido apoyar cuando lo necesitaban, esperamos haberles instilado confianza en sí mismos y haberles impulsado en sus proyectos de vida.
ORT Uruguay cumplió recientemente sus primeros 75 años. Hemos cambiado mucho a lo largo de nuestra historia, pero nuestra misión y nuestro espíritu permanecen incambiados.
Nuestra misión es apoyar el desarrollo de nuestro país a través de la educación. ORT Uruguay es una historia de imaginación y de perseverancia. Una historia de reinvención constante, una historia de liderazgos sin prejuicios y sin temores.
Hoy le agradezco a nuestra Directora General, a nuestro Vicerrector, a nuestros decanos, a los equipos académicos por su compromiso y por su fe sin límites en nuestra capacidad para crear oportunidades para los uruguayos.
Cuando comenzamos a dictar educación superior no existían las universidades privadas; la informática era una industria embrionaria en nuestro país y exportar software inconcebible. La gerencia no se enseñaba a nivel universitaria. No existían carreras de Diseño, ni de Videojuegos, ni de Biotecnología. El emprendimiento era un concepto desconocido en nuestro país. Estamos orgullosos de lo realizado en estos 75 años, y en nombre de la universidad les digo hoy que nos comprometemos a seguir realizando nuestro mayor esfuerzo para continuar aportando la mejor educación posible a nuestro querido país.
Como saben ORT es una institución judía abierta para todos. Muchas culturas y religiones han aportado a nuestra civilización, cada una a su manera y a su medida. Una de las contribuciones más importantes del judaísmo es su concepción de la educación. La primacía de la educación y su carácter universal fueron en la antigüedad conceptos radicales, ya que la mayoría de los pueblos en aquel momento concebía la educación como un privilegio de las elites.
Como todas las sociedades, la judía tenía una organización jerárquica. El rey estaba encima del sumo sacerdote, el sumo sacerdote arriba del profeta, el profeta sobre el sacerdote común, el sacerdote común sobre el judío común. Pero lo interesante, es que según el Talmud, un educador está por encima de todas las categorías, inclusive por encima del rey, ya que si el rey no está cualquiera lo puede sustituir, pero si un sabio no está, su conocimiento es insustituible.
Queridos graduados, la graduación simboliza la culminación de una etapa y un nuevo comienzo. Hoy empieza para ustedes ese viaje a lo desconocido. Salir es siempre más fácil que llegar. Salir del liceo, salir de la universidad, salir de la adolescencia, dar finalización a esas etapas es emocionalmente claro. Sabemos que deben terminar y cuál es la etapa siguiente.
Pero al comienzo de la vida adulta profesional simbolizada por su graduación se están preguntando cuál es la próxima etapa, adónde quieren llegar, qué están dispuestos a hacer para lograrlo y lo que es más importante: ¿por qué quieren llegar adónde quieren llegar? ¿Anhelan el éxito profesional? ¿La riqueza material? ¿Una vida creativa? ¿Dedicarse a la actividad pública? Todas esas preguntas generan incertidumbre.
El futuro no va a ser como ustedes lo planean, nunca lo es. Pero tampoco tiene que ser resultado de fuerzas fuera de su control. No dejen su destino en manos de otros, ni de líderes, ni de organizaciones. Manejen ustedes su futuro. Su destino en gran medida depende de ustedes, de sus actitudes, de sus capacidades, de su esfuerzo, de su determinación. No teman a sus ambiciones. No condenen los éxitos de los demás si son obtenidos de buena fe. Una sociedad sin destacados no puede progresar.
Busquen su camino con humildad. No debe haber vanidad en el conocimiento, pero tampoco debe haber orgullo de la ignorancia. Busquen su camino personal, pero no pierdan de vista que son miembros de una sociedad. Recuerden que una sociedad es más fuerte cuando apoya a los más débiles. Una sociedad es más rica cuando apoya a los más pobres y una sociedad es invulnerable cuando protege a los más vulnerables.
Busquen el poder de las ideas más que la idea del poder. Inspírense más en las ideas que en las ideologías. Los individuos son dueños de las ideas, pero muchas veces esclavos de las ideologías. Sean exigentes con ustedes mismos porque es un prerrequisito para poder exigir a los demás. Siempre estén dispuestos a cambiar, su capacidad de adaptación será más importante que su erudición. Elijan desafíos grandes que los obliguen a crecer. No teman a los errores. No hay riesgo sin error, pero no hay progreso sin riesgo. Escuchen las ideas de los que piensan distinto. En el mundo de las redes sociales todo el mundo se siente llamado a opinar pero muy pocos a escuchar. Las opiniones extremas ocupan el centro de la conversación. Esta dinámica sustituye el diálogo por cámaras de eco donde no recibimos ideas nuevas, solo confirmaciones. Pero sin ideas nuevas no hay aprendizaje.
Queridos graduados, les espera un nuevo mundo, un mundo de oportunidades basadas en el conocimiento y la creatividad. En este nuevo mundo no hay países lejanos y cercanos; no hay países chicos y grandes. Solo países inteligentes y países ignorantes. En este nuevo mundo la riqueza se crea a partir de la inteligencia y de la educación. Las amenazas en este nuevo mundo no son el libre comercio ni los robots, la amenaza es la ignorancia. Progresar en la sociedad del conocimiento no requiere discursos, requiere estudios. No requiere lucha de clases, requiere asistencia a clases. No requiere ejércitos sino liceos y universidades. Y en este nuevo mundo tendrán que aprender a aprender continuamente ya que los conocimientos serán cada vez más efímeros.
Queridos graduados, gracias por confiar en nosotros. Gracias por permitirnos crecer con ustedes. Uruguay no es un país grande, pero es un gran país y ustedes tienen la oportunidad y la responsabilidad de hacerlo aún más grande. Uruguay los necesita. Triunfen desde Uruguay y hagan triunfar a su país. Busquen su propio camino, pero sepan que ORT siempre será su casa.
Muchas gracias.