Los arquitectos encontraron una solución para los dolores de cabeza causados por los contratiempos y sobrecostos de las obras. De la industria aeronáutica y la automovilística, que desde hace años resuelven sus problemas con modelos virtuales, surgió el Building Information Modeling (BIM).
Esta tecnología da un paso más respecto a los planos en 2D y objetos tridimensionales que los profesionales desde hace tiempo generan con el diseño asistido por computadora (CAD, por sus siglas en inglés).
El BIM ya no involucra la representación de un edificio, sino que permite la construcción de uno de forma virtual, que incluye desde la albañilería y la carpintería, hasta las instalaciones eléctricas.
A comienzos de octubre, Fernando Montaño y Pablo Raviolo, arquitectos y docentes de la carrera de Arquitectura de la Universidad ORT Uruguay, mantuvieron un encuentro académico con profesores de bachillerato con el fin de intercambiar experiencias a partir de la enseñanza de la metodología BIM.
Montaño describe a continuación las principales diferencias entre el CAD y el BIM, las ventajas que ofrece esta nueva tecnología y la forma en que el ámbito universitario se ha acoplado a su aparición en el mercado.
Si el CAD es una herramienta que plantea modelos en 2D y 3D, ¿cómo se concibe, entonces, al BIM? ¿Cuáles son las principales diferencias con el CAD?
Los programas CAD permiten dibujar geometría 2D y también objetos tridimensionales, pero son solo dibujos. Es un montón de geometría que forma dibujos independientes, los cuales representan partes de un proyecto de arquitectura.
Desde hace 4.000 años usamos la misma metodología para construir proyectos de arquitectura: un equipo de personas trabaja en el diseño del proyecto y, mediante cientos de dibujos, se transmiten instrucciones a otro montón de personas para construirlo.
La mayor parte de esos cientos de dibujos son planos 2D independientes, los cuales muestran cómo debe ser la albañilería, la estructura, las instalaciones, la carpintería, etc.
Si bien esos planos pasan muchas revisiones, sabemos que son láminas totalmente independientes unas de otras, y que pueden tener contradicciones y errores que solo se detectarán en la obra. Los problemas que se detectan en obra, habitualmente, se solucionan rompiendo y a un costo muy alto.
Desde que nos asistimos con una computadora para dibujar (CAD) ganamos en muchos aspectos; por ejemplo, en velocidad, prolijidad, precisión y realismo, entre otros. Si bien nos beneficiamos en productividad, la metodología de trabajo continuó siendo la misma: dibujar planos para representar el edificio.
Con BIM cambiamos el paradigma, porque ya no dibujamos planos que representan el edificio, sino que construimos un edificio virtual idéntico al que edificaremos en la realidad.
En las aplicaciones BIM no dibujamos dos líneas que representan un muro, una viga o un caño; construimos un muro tridimensional idéntico al real, con sus capas, sus materiales, sus coeficientes térmicos, etc. Ese edificio virtual incluirá la albañilería, pero también la carpintería, la estructura y todas las instalaciones (electricidad, mecánica, sanitaria, calefacción, bomberos, entre otras).
Al incluir todas las partes del edificio en un único modelo tridimensional, podemos detectar cualquier problema y solucionarlo en la computadora, sin necesidad de picar. Es decir, podemos solucionar un problema a un costo mucho menor.
Por supuesto que construir ese modelo virtual con toda la información no es sencillo, y cuanto más grande sea el proyecto y más profesionales participen en el diseño, más complejo será.
¿Qué tan fundamental es para un arquitecto trabajar con BIM?
Si durante 4.000 años construimos a partir de planos, esto no cambiará de la noche a la mañana. La implementación BIM se está dando en el mundo a impulso de los gobiernos y con el objetivo de reducir los costos de las obras públicas. Por lo tanto, será crucial para los profesionales que deseen participar en licitaciones del Estado.
Las grandes empresas constructoras también se dan cuenta de los beneficios que ofrece esta nueva forma de trabajar y comienzan a exigirlo en subcontratos.
Los estudios chicos que trabajan principalmente con clientes particulares no estarán tan presionados a cambiar, pero lo harán también, sobre todo porque para ellos será más fácil la conversión y obtendrán beneficios más rápidos. ¿A qué me refiero? La productividad que se obtiene con las aplicaciones BIM es muy superior a la que se obtiene con las aplicaciones CAD.
Mientras que en los grandes proyectos la metodología BIM tendrá que integrar empresas muy especializadas y que trabajen con aplicaciones muy diferentes, en los pequeños proyectos que se realizan dentro del estudio prácticamente todo se podrá realizar con un solo software.
Antes de la aparición del BIM, ¿cómo se resolvían todos esos procesos que hoy soluciona esa tecnología?
La esencia del BIM es resolver los problemas en el modelo virtual. Antes esos problemas se resolvían en la obra, pero a un costo mucho más elevado.
Hoy en el mundo se están construyendo edificios de fantasía que antes no se podían ni soñar. Eso es gracias a la tecnología.
¿El BIM surge como respuesta a la exigencia de la demanda o surgió porque era algo que los arquitectos necesitaban a la hora de hacer los proyectos?
El concepto BIM de solucionar todos los problemas en el modelo virtual surge en las industrias aeronáuticas y del automóvil. Antes de comenzar a fabricar la primera pieza de un avión, se conoce con precisión cuánto costará el avión, cuándo estará listo para volar, cuál será su vida útil, cuándo y cómo se debe realizar su mantenimiento, cómo se comportará al aterrizar, qué puede suceder si llueve, si hay nieve o si se cruza una bandada de aves.
Si bien en arquitectura contamos con software de diseño y simulación tan avanzado como en las anteriores industrias, la realidad es que las obras se extienden y cuestan mucho más de lo previsto en un inicio.
Siempre supimos que los sobrecostos, desperdicios e imprevistos en construcción eran muy elevados, pero no se podían evitar. Hoy disponemos de software para evitarlo y estamos tomando conciencia de que se puede y de que es necesario hacerlo.
¿Cómo se ha incorporado el BIM en el ámbito universitario? ¿Es algo que está hoy en los planes de estudio?
En ORT hace muchos años que impartimos cursos relacionados a BIM, pero este año los incluimos tanto en materias obligatorias como en electivas.
La diferencia es abismal. Mientras que en los cursos CAD como entrega final podíamos pedir un par de láminas con alguna que otra planta y fachada, en los cursos BIM los alumnos desarrollan proyectos completos, con presupuestos incluidos.
Me refiero a cursos con la misma carga horaria y trabajos que a los alumnos les insumen igual tiempo. Mientras que antes dibujaban dos láminas 2D, ahora construyen el proyecto completo e incluyen toda la documentación 2D que les solicitemos (plantas, fachadas, cortes, detalles, planillas, presupuestos).
El salto cuantitativo y cualitativo fue muy grande.
¿Por qué la universidad realizó un encuentro académico con docentes de bachillerato? ¿Ya en el liceo los estudiantes ven temas vinculados al CAD o el BIM?
Lo hacemos como una forma de acercarnos y comunicarnos mejor, de hecho en estas reuniones aplicamos muchos de los conceptos BIM.
En el BIM, el centro de todo es el edificio. Se trabaja en equipo y de forma colaborativa para que los resultados sean los mejores y no se concibe al edificio como un simple proyecto, sino que se considera todo su ciclo de vida.
En estas reuniones el centro es el estudiante; con los docentes de secundaria hacemos un trabajo en equipo, nos preocupamos por conocer lo que ellos enseñan y les trasmitimos lo que nosotros enseñamos.
En muchos liceos hace varios años que enseñan CAD. Nosotros les contamos sobre BIM y tratamos de incentivarlos a conocer más. De hecho, hemos creado cursos online gratuitos, tanto para los estudiantes de secundaria, como para los profesores.
¿Qué tan avanzado está Uruguay en el uso de BIM a la hora de elaborar proyectos arquitectónicos?
Por el momento, muy poco. No creo que haya ningún estudio ni empresa que aplique esta metodología por completo. Sí hay empresas y estudios que están dando pasos y que han desarrollado algunos proyectos parcial o completamente en BIM.
A solicitud de BIM Forum Uruguay —entidad que ORT integra y de la cual la universidad ha sido cofundadora— se está realizando una encuesta a nivel nacional, que ya está casi concluida.
Seguramente en muy pocos días conoceremos más sobre la realidad BIM de Uruguay.