Aquí recibirás algunos consejos que te serán útiles al realizar tu viaje.
Luego de pasar algún tiempo en el país de destino, es muy probable que empieces a notar diferencias culturales que van más allá de lo evidente como la música, los edificios, las costumbres, la comida, etc. Hay diferencias que se encuentran en una capa más íntima, que involucra valores, normas y motivaciones de las personas locales.
A medida que vayas notando esas diferencias, es posible que tengas sentimientos de ansiedad, soledad, indignación, e incluso sentimientos contradictorios hacia el lugar de acogida.
También en este período vas a aprender mucho sobre vos y lo que significa ser uruguayo. Por eso es normal que te sientas más identificado con personas latinas, y busques su compañía.
No hay una manera correcta de hacer este proceso de adaptación. Puede que te cuestiones muchos de tus valores y normas, puede que adoptes los del país que te recibe, los rechaces, o hagas una mezcla. Lo importante es que sepas que ese conflicto es totalmente normal, y podés superarlo. Sea cual sea tu postura, la adaptación que hagas va a resultar en una ganancia de habilidades interpersonales, autonomía y confianza en vos mismo.
Consejos
Buscar la compañía de las personas que te hacen bien
Compartilo o expresalo. Siempre es bueno contar lo que te está pasando. No solo le quitás peso al hacer catarsis, además la comprensión de otra persona te hará sentir mejor
Realizá frecuentemente actividades que te gusten, ya sean conocidas o nuevas
No te olvides de seguir explorando y disfrutando de aquello que vas a extrañar cuando vuelvas
Siempre hace bien el contacto con la naturaleza ¡Aún si hace mucho frío!
Buscá apoyo en la oficina internacional. Los funcionarios tienen experiencia de tratar con otros estudiantes en tu misma situación
Si te sentís muy abrumado, tal vez un pequeño viaje o actividad diferente sean de ayuda
Choque cultural inverso
El choque cultural inverso, que se puede dar al regreso, es un pequeño duelo en el que se intenta seguir conectado con una experiencia que ya quedó atrás. Aunque volver a tu país sea volver a lo conocido, vos cambiaste, y tendrás que incorporar esos cambios a tu vida normal.
Una experiencia internacional es un desafío y un aprendizaje en el cual seguro volvés diferente. Tal vez al regresar sientas el alivio de estar de nuevo en tu antigua zona de confort. Tendrás que adaptarte a los cambios que ocurrieron mientras no estabas, o a aquello que sigue igual pero que ahora ves diferente.
Es posible también, que ahora tengas otros objetivos de desarrollo personal y para tu carrera. Lo cual puede ejercer un poco de presión a la hora de mirar tu futuro.
Otra vez es necesario que sepas que esto es normal, y le pasa a mucha gente. Habrá un duelo por la expeciencia que ya terminó, y una búsqueda de proyección hacia el futuro incorporando tus cambios y nuevas expectativas.
Tal vez te encuentres con la incapacidad de transmitir a tu familia y amigos todo lo que viviste, con el desafío de que formen parte de tu día a día nuevamente. Después de un tiempo, es posible que su interés por escuchar tus vivencias no sea tan grande como tus ganas de contarlas. Y otra vez te sientas una distancia con el resto de las personas.
Consejos
Lo mejor que podés hacer, es transformar tu experiencia en algo productivo. Hay muchas personas para las cuales todo lo que aprendiste vale muchísimo, como los estudiantes que quieren realizar un semestre internacional.
Si te interesa compartir todo lo aprendido, contactá con la Coordinación de Intercambio Estudiantil para que te oriente acerca de diferentes propuestas para beneficiar a otros estudiantes con tu experiencia, por ejemplo, formando parte del Programa Padrinos.