Por primera vez desde su creación hace diez años, el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) —que nuclea a más de 1.800 científicos del país que publican y desarrollan estudios de relevancia internacional— ascendió al nivel III, el más alto de su escalafón, a una investigadora del área de educación.
El logro fue de la Dra. Denise Vaillant, secretaria académica del Instituto de Educación de la Universidad ORT Uruguay, quien ahora forma parte de una lista de un poco más de una decena de mujeres investigadoras activas en el nivel III en el sistema.
El SNI es una herramienta creada en 2007 por el gobierno nacional con el objetivo de promover la producción de conocimiento, el fortalecimiento y la expansión de la comunidad científica nacional.
Para ello, otorga un subsidio económico a los científicos que se postulen y se someten a una evaluación de su desempeño para determinar el monto del incentivo que recibirá cada uno. Esa evaluación divide a los postulantes en cuatro niveles: iniciación, nivel I, II y III.
Cuanto más alto el nivel, mayores son las exigencias en cuanto a cantidad y calidad de investigaciones científicas desarrolladas, formación de recursos humanos, contribución al desarrollo institucional, etc.
Máximo nivel
En el caso del nivel III, además de demostrar ser un investigador autónomo (lo que se exige en el nivel I) y de ser capaz de dirigir equipos (nivel II), los científicos deben generar redes internacionales de investigación y hacer construcción institucional.
Vaillant, por ejemplo, fue quien puso en marcha el Doctorado en Educación y el Master en Formación de Formadores en la Universidad ORT Uruguay. “Son programas de los que egresan investigadores”, indica la secretaria académica del Instituto de Educación.
Asimismo, la designación no solo supone haber alcanzado el máximo nivel del SNI, sino que es una de las pocas mujeres en conseguirlo y la primera representante del campo de la Educación en el área de las Ciencias Sociales.
Distinción especial
“Pasar al nivel III no es solo un reconocimiento personal sino fundamentalmente para el campo de la educación. A diferencia de las ciencias duras, en Educación durante mucho tiempo no se hizo investigación sistemática que permitiera acumular datos y tener evidencia empírica. Los investigadores de esta área nos incorporamos tarde; recién ahora empezamos a tener doctorados en educación en el país”, explica Vaillant, que es doctora en Educación por Université du Québec à Montréal.
Según la experta, de los más de 1.800 investigadores categorizados por el SNI, menos de 50 tienen como objeto de estudio la investigación educativa.
Desde 2011 cuando Vaillant ingresó al SNI, su objetivo de investigación siempre ha sido reflejar lo que ocurre en la línea de políticas docentes.
Por un lado, ha indagado sobre la valoración social de los docentes; es decir, la consideración que la sociedad tiene sobre ellos y cómo ellos mismos se perciben. Y también ha investigado sobre la formación inicial de los docentes.
“En nuestro país hay un modelo post bachillerato no universitario de formación; en otros está el modelo universitario. He hecho estudios en los que comparo modelos, cuál es la eficiencia y éxito de cada uno”, cuenta.
“Se obtienen datos importantes para las decisiones a nivel político. Se les da insumos a los tomadores de decisiones, a quienes tienen a cargo el desarrollo profesional docente”, añade.
Más investigación
Actualmente, la secretaria académica del Instituto de Educación de ORT está desarrollando un estudio con un equipo de investigadores de ORT financiado por el Fondo María Viñas de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). El trabajo es sobre el uso que los docentes de matemática hacen de las plataformas y de la tecnología que tienen a disposición.
“Hicimos una encuesta y da que en un porcentaje bastante alto las subutilizan. Estamos indagando por qué pasa eso”, indica Vaillant.
El segundo proyecto es un trabajo de actualización en el marco del Observatorio Internacional de la Profesión Docente, que tiene sede en la Universidad de Barcelona y que integra Vaillant.
“En 2006 dirigí una investigación que se llamó ‘Maestros de escuelas básicas en América Latina: hacia una radiografía de la profesión’. Ahora, con el mismo esquema metodológico, estoy participando en una investigación comparada entre los maestros de escuelas básicas de América Latina y los de Europa”, finaliza.