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“Dedicamos los primeros años de nuestra vida, aproximadamente el 20 %, a estudiar el 100 % del tiempo y luego nos enfocamos en trabajar. Este es un modelo obsoleto en un mundo donde las habilidades cambian todo el tiempo. Les propongo estudiar el 100 % de nuestra vida el 20 % de nuestro tiempo”, afirmó la Lic. Carolina Bellora —directora ejecutiva de BizArt Group y profesora visitante de la Escuela de Postgrados en Negocios de la Universidad ORT Uruguay—, durante la conferencia “Recursos humanos en tiempos de disrupción”.
El evento, que se llevó a cabo en modalidad online el jueves 25 de febrero de 2021, formó parte del Ciclo de Charlas de Management y Negocios de la Escuela de Postgrados en Negocios de ORT.
“En el futuro se van a crear trabajos distintos y adaptarnos a ellos es el desafío que tenemos como profesionales. No solo hay que repensar la estructura del trabajo, sino también nuestras habilidades para llevarlo a cabo”, señaló la experta y mencionó cinco tendencias que marcarán el trabajo del futuro:
Priorizar el bienestar
En primer lugar, mencionó el rediseño del trabajo: más distribuido, alternativo y con foco en el bienestar.
“La virtualidad, a partir del coronavirus, nos ha sorprendido. La vivimos como una desgracia, pero también nos dio una ventaja inmensa. Pudimos generar instancias de intercambio, crear comunidades, llegar a lugares a los que nunca hubiésemos pronosticado llegar. No porque no tuviéramos las herramientas sino porque no se nos había ocurrido”, señaló Bellora.
La experta mencionó la posibilidad de colaborar desde cualquier ubicación física: “No necesitamos tener a una persona que viva a pocas cuadras de nuestra empresa. Podemos desafiar el cómo, cuándo y dónde”.
“La virtualidad nos impuso una manera distinta de pensar los espacios. Cuando mi papá decía ‘voy al trabajo’, yo entendía que se iba a la oficina. Hoy cuando le digo a mis hijos ‘me voy al trabajo’, no necesariamente me refiero a la oficina”.
La experta enfatizó la importancia de que las empresas prioricen el bienestar de sus empleados. En lugar de, por ejemplo, ofrecer talleres para manejar el estrés, propuso rediseñar el trabajo para que no se llegue al punto de estrés.
Reconvertir las habilidades
En segundo lugar, Bellora mencionó la importancia de la reconversión laboral para futuros inciertos a partir de nuevas capacidades y habilidades.
Indicó que es fundamental entrenar al equipo de trabajo. “Si las empresas piensan que la educación es cara, prueben en los próximos años no invertir en educación. Hoy las capacitaciones del personal son casi una condición de supervivencia de las organizaciones y de la ejecución de los planes de trabajo”.
“Los trabajos del futuro van a requerir habilidades distintas. Es fundamental organizar la fuerza laboral no desde el desempeño pasado, que ya sabemos que va a cambiar, sino en función del potencial que tiene para asumir nuevas habilidades”, dijo Bellora.
“Dedicamos los primeros años de nuestra vida, aproximadamente el 20 %, a estudiar el 100 % del tiempo y luego nos enfocamos en trabajar. Este es un modelo obsoleto en un mundo donde las habilidades cambian todo el tiempo. Les propongo estudiar el 100 % de nuestra vida el 20 % de nuestro tiempo”, añadió.
Equipos diversos
En tercer lugar, destacó que es muy positivo contar con diversidad en los equipos de trabajo. En este sentido, el coronavirus fue útil para crear comités de crisis. En ellos, se juntaron personas de distintas áreas que normalmente no se hubieran juntado.
“Esta dinámica vino para quedarse —añadió—. Si todos los días estoy con gente igual a mí se me ocurren menos ideas. El trabajo, en vez de ser por áreas funcionales, tiende a ser por proyectos: articularse, armarse y desarmarse según las prioridades de la organización”.
“Estamos viviendo un cambio de paradigma estructural. Hay que patear el organigrama, transitar y navegar la incertidumbre”, indicó.
Estrategias de talento
En cuarto lugar, hay que tener en cuenta las estrategias de talento.
“La pandemia nos enseñó que, ante la necesidad y la urgencia, nos pudimos volver muy creativos. Las compañías prestaron personal. Empresas que tenían una baja muy fuerte de su operación, por ejemplo, grandes cadenas de comida, realizaron un préstamo de personal a empresas con alta demanda, como las de comercio electrónico y las dedicadas a la logística”, dijo.
Por otra parte, la automatización de tareas es una estrategia que había comenzado antes del coronavirus y que hoy sigue incrementándose.
Se puede reconvertir a las personas, ayudándolas a desarrollar nuevas capacidades para que sean útiles en los nuevos puestos que la empresa creará. “Esto se llama bridge. Es decir, hacer un puente entre lo que es hoy la persona, con sus capacidades, y las capacidades que necesita para garantizar su calidad laboral”.
Generar valor social
Por último, Bellora destacó que las empresas deben repensar el rol que ocupan en la sociedad, priorizando una cultura transparente, de respeto y con propósito.
“Estamos en un momento de replanteo del capitalismo, con organizaciones que cada vez más buscan generar valor social, beneficiar a sus empleados y contribuir a la comunidad. Tendremos que pensar nuestra razón de existir como organización y que quienes la integran sientan que forman parte de algo que vale la pena”, señaló Bellora.
La experta cuestionó la frase “no vengo al trabajo a hacer amigos”, teniendo en cuenta que el sentido de pertenencia a un grupo social aumenta el desempeño laboral y reduce el ritmo de rotación.
“Tenemos que repensar cómo darle comodidad a la gente, que se sientan bien tratados y respetados —dijo Bellora—. Podemos reinventar el trabajo desde un lugar de protagonistas, que implique poner en juego nuestro talento, habilidades innatas y pasiones en pos de una causa trascendente”.