En esta entrevista, Florencia nos cuenta sobre su experiencia profesional en esta película y en otros proyectos y las herramientas que le brindó la licenciatura en la Facultad de Comunicación y Diseño de ORT.
¿Cuándo y de qué forma empezó tu relación laboral con el mundo del cine?
Comencé en el año 2008 trabajando exclusivamente en publicidad, hasta que, en 2015, un compañero me invitó a trabajar como tercera asistente de dirección para una película italiana. Desde entonces, me desempeño tanto en publicidad como en ficción, dándole prioridad a la ficción.
¿Era algo que siempre habías soñado? ¿Cómo fue empezar a trabajar en ese mundo?
Cuando era chica fantaseaba con hacer cine filmando películas con la cámara de mis padres, usando mis muñecos como actores, sin contemplar nunca la posibilidad de realmente poder trabajar en esto. Es gratificante poder vivir de lo que más me gusta y de lo que estudié.
¿Cuáles fueron las experiencias previas en cine que te llevaron hasta La sociedad de la nieve?
Por suerte, participé en varias películas y series, muchas de ellas para el exterior, y gracias a eso conocí gente de distintas partes con distintas formas de trabajar, con lo que aprendí muchísimo.
¿Cómo llegaste a formar parte del equipo de trabajo de La sociedad de la nieve?
En agosto de 2021 me llamaron porque precisaban una asistente de dirección para la última etapa del casting de la película. Vino el asistente de dirección español, pero como estaba más que nada ocupado organizando las visitas técnicas para la película, yo era quien estaba dentro del set ordenando las jornadas de callbacks.
Al año siguiente, desde la productora se contactaron para preguntarme si estaba interesada en formar parte del equipo de dirección y acepté.
¿Cuál era tu rol y en qué consistía?
Mi rol fue segunda asistente de dirección de oficina, el cargo que ocupo habitualmente. Cuando son proyectos grandes, por lo general hay un segundo que asiste en el set y otro en la oficina organizando y coordinando lo que ocurrirá los siguientes días.
En La sociedad de la nieve, en Uruguay, llegamos a ser en un momento hasta cuatro segundos asistentes de dirección: dos en el set y dos en oficina.
Durante la preproducción tenía que organizar la agenda de trabajo previo al rodaje. Hubo muchas pruebas de vestuario, maquillaje, ensayos de actores, así como encuentros entre actores y especialistas: médicos, pilotos de helicóptero, pilotos de avión; para hacer que la actuación fuera lo más verosímil posible. Se organizaron también ensayos de fútbol y rugby para las escenas deportivas, y teníamos que coordinar los encuentros del elenco con nutricionistas, ya que estaban siguiendo una dieta estricta.
Durante el rodaje supervisaba la preparación del elenco, armaba el plan de rodaje del día siguiente (consultando con el resto de las áreas que estén todos los elementos necesarios) y, a veces, daba una mano en el set cuando había muchos extras o mucho elenco.
¿Cómo era un día de trabajo en el rodaje de La sociedad de la nieve?
Cada día era diferente al resto, pero por lo general comenzábamos muy temprano para la preparación de elenco y figurantes. Dependiendo de la locación, había carpas grandes donde armaban las bases de vestuario, maquillaje y peluquería. Nosotros recibíamos a los actores y los íbamos ubicando en los distintos puestos de preparación, asegurándonos de que no se perdiera tiempo y se cumplieran todos los pasos para llegar al set.
En mi caso, como era segunda asistente de dirección de oficina, luego de eso me instalaba donde armábamos la oficina (donde fuera que hubiera mesa y silla y corriente para enchufar las computadoras) a comenzar la preparación del plan del día siguiente. El plan iba cambiando varias veces en el día, por lo que tenía que ir consultando constantemente para que, al final del día, se aprobara y enviara.
En paralelo, iba ayudando con lo que ocurría en el set: llevar actores que estaban en espera, recibir actores que llegaban a prepararse más tarde o a cambiar de vestuario. A veces, contábamos con la presencia de los supervivientes que iban a visitar el rodaje o para hacer cameos y los teníamos que acompañar a producirse para poder filmar.
¿Qué significó para vos formar parte de esta película y contar esta historia tan trascendental para los uruguayos, y ahora para el mundo?
Por un lado, siento que nuevamente se demostró que en nuestra industria se encuentra el equipo técnico capacitado para encarar un tipo de producción de este tamaño. Fue uno de los proyectos más grandes de los que formé parte, y eso nos permitió trabajar con muchos recursos con los que normalmente no contamos.
En paralelo, la película cuenta esta historia que todos los uruguayos conocemos, que por algún lado nos llegó. Fue interesante ir descubriendo de a poco algunos detalles que no conocía, que vuelven la historia más humana. El vínculo con los supervivientes nos llevó a bajar a tierra lo que previamente veíamos como mítico.
¿Cómo recordás la elección de cursar la Licenciatura en Comunicación Audiovisual en ORT?
Estando en sexto de liceo fui a una charla informativa con una amiga y quedé muy interesada en hacer la Licenciatura en Comunicación, sin tener en claro qué orientación elegir y más inclinada por Publicidad. Luego, ya empezada la carrera, me di cuenta de que lo que realmente me gustaba y me llamaba era la parte audiovisual, así que terminé decidiéndome por esa orientación.
¿Qué herramientas de las adquiridas en la carrera utilizás hoy en el trabajo en cine?
La licenciatura me dio las herramientas técnicas que luego desarrollé en el mundo audiovisual. La visión crítica, el conocimiento de los procesos y las cuestiones técnicas estaban a la altura de la industria, en la que es muy importante que el equipo tenga una buena formación. Luego, obviamente, hubo mucho que se aprendió con la práctica, así como mucho de lo aprendido fue evolucionando con el correr del tiempo, ya que es una industria que avanza con nuevas tecnologías.
¿Qué consejo le darías a un estudiante de Licenciatura en Comunicación Audiovisual que quiere trabajar en cine?
Que intente participar en rodajes cuanto antes, ya sean cortos entre amigos, como trabajar de meritorio en algún proyecto más grande, para empezar a empaparse de la parte práctica.
Una buena forma es mandar currículum a productoras, o contactar gente que ya trabaja de esto para poder iniciarse en la práctica, que es lo más difícil de enseñar desde una institución y es lo que te va abriendo contactos para iniciar una carrera audiovisual.