“La legalización del aborto en 2012 fue un ejemplo importantísimo del impacto de un movimiento social sobre la sociedad civil que repercutió en las políticas públicas”, señaló la Dra. Inés Pousadela, profesora de las materias Sociedad Civil Global y Política Comparada de la Licenciatura en Estudios Internacionales de la Universidad ORT Uruguay.
Su investigación, Movilización social y representación política. La lucha del movimiento de mujeres por el aborto legal en Uruguay, fue una de las dos ganadoras del premio Civil Society Policy Impact Research Award (2020).
El premio, otorgado por el International Society for Third-Sector Research (ISTR), está orientado a investigaciones que documenten acciones efectivas de la sociedad civil que resulten en un cambio demostrable de políticas públicas.
Durante la entrevista, Pousadela habló sobre las tácticas aplicadas por el movimiento de mujeres en Uruguay en relación a la legalización del aborto.
¿Qué buscaste reflejar con tu investigación?
Llevaba bastantes años trabajando sobre algunos movimientos sociales de la región, entre ellos en el movimiento de mujeres en Uruguay. La legalización del aborto en 2012 fue un ejemplo importantísimo del impacto de un movimiento social sobre la sociedad civil que repercutió en las políticas públicas.
Con la investigación traté de reflejar las estrategias a partir de las cuales este movimiento social no solo logró generar ese cambio, sino también que se aprobara una determinada ley. Asimismo, cómo el trabajo continuó después en la vigilancia de la implementación de esa política pública, asegurándose que todas las mujeres pudieran tener acceso a ese derecho.
¿Cuáles fueron las tácticas?
El movimiento combinó tácticas multidimensionales: la formación de coaliciones, el trabajo sobre la opinión pública, y el lobby dentro del sistema político.
En cuanto a la formación de coaliciones, se sumaron sectores que en principio no suelen asociarse al feminismo (entre ellos, sindicatos, comisiones internas de los partidos políticos y diferentes actores sociales).
Se hizo un trabajo muy fuerte con la opinión pública, que empezó a entender y a adherir a ciertas cuestiones. Entonces, esos actores empezaron a pensar que era menos riesgoso sumarse a esta coalición.
A la vez, se hizo un trabajo individual con los representantes políticos para tratar de alinearlos.
La investigación analiza las diferentes tácticas utilizadas: desde generar debates académicos hasta sumar actores que representan el saber científico.
También estudia cómo se generó una conversación pública en torno a un tema que era tabú en muchos espacios, como la academia, la calle, los medios de comunicación. Las familias también empezaron a conversar de temas de los que nunca habían hablado.
La investigación es una de las áreas más importantes de la academia. ¿Cómo transmitís estos conocimientos que generaste en una investigación a tus estudiantes?
El tema de los movimientos sociales en general —y particularmente los que reclaman y obtienen reconocimientos de derechos— me toca, me apasiona e interesa mucho. En mis clases siempre trato de discutir ese tema, aunque no esté dando una clase específicamente de movimientos sociales.
En clase les pregunto a los estudiantes lo que piensan sobre temas que tienen que ver con el derecho de las mujeres. Realmente, sus respuestas son la confirmación de que estos han sido los movimientos más exitosos de la historia.
El cambio que ha logrado el movimiento de mujeres en el sentido común es impresionante. Uno de los logros de los movimientos sociales es cambiar el lente con el que miramos la realidad, que para todos sea una obviedad que algunas personas tienen el mismo derecho que otras. Creo que el mayor logro de estos movimientos es crear un mundo donde no sean necesarios.