¿Cómo transformar un problema en una oportunidad? Nicole Sosenke, graduada de la Licenciatura en Diseño de Interiores de la Universidad ORT Uruguay, puede hablar con propiedad al respecto.
Para ella, como para tantos otros, la llegada de la pandemia significó una crisis laboral profunda. Sin embargo, lejos de desanimarse, Sosenke vio en esta nueva realidad una oportunidad de desarrollar su proyecto personal que, por distintos motivos, tenía postergado: un emprendimiento que vincula el diseño de interiores con el coaching.
En esta entrevista, Sosenke cuenta cómo se integran ambos rubros.
¿Cómo describirías tu trabajo actual?
Mi trabajo actual se enmarca en un emprendimiento personal. Lo que hago es aplicar técnicas de autoconocimiento durante el proceso de diseño de interiores.
Antes de esta etapa, estuve mucho tiempo trabajando de forma dependiente y esta es la primera vez que me animo a trabajar sola, en un formato diferente. Lo que busco es aplicar el diseño de interiores desde el lado personal, y así lograr que la persona descubra qué es lo que realmente quiere y cuál es su estilo.
El diseño de interiores, en este caso, pasa a ser una herramienta para que las personas logren vivir mejor y ser más felices. Ese es el objetivo de aplicar técnicas de coaching en el proceso de diseño.
Durante tu carrera profesional, formaste parte de empresas como Divino y Walmer. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar en esas firmas?
Mi experiencia de trabajo en cualquiera de las dos empresas fue excepcional, porque en ambas crecí y aprendí muchísimo.
Walmer fue mi primer trabajo formal. Allí estuve en contacto con clientes, aprendí a proyectar desde su lugar, conocí toda la parte comercial y me capacité mucho. Fue el primer escalón para pasar a Divino, donde pasé a tener el rol de Product Manager, lo que fue un gran desafío y me brindó la posibilidad de viajar y de conocer sobre la industria.
Si bien fueron experiencias diferentes, ambas fueron sumamente enriquecedoras y estoy muy agradecida de haber formado parte de estas empresas.
¿Cómo fue la transición hacia el ejercicio libre de la profesión?
El pasaje al ejercicio libre de la profesión tuvo que ver con la llegada de la pandemia. En principio, me tocó quedarme en casa y, posteriormente, ingresar al seguro de paro. Personalmente, a ese momento no lo viví como un momento de inseguridad, sino todo lo contrario. Agradecí tener ese tiempo para pensar en mí y en cómo quería seguir desarrollándome profesionalmente.
En ese momento, mi hijo tenía un año y medio y ya me encontraba cuestionándome un montón de cosas a partir de la maternidad y, también por eso, aproveché para desarrollar algo para mí, que fuera diferente.
De esa forma, surgió la idea de Nicole Sosenke, coach de interiores. Luego, fui seleccionada por la Organización de Mujeres Empresarias del Uruguay (OMEU), para el programa Más Emprendedoras. Allí me ayudaron a bajar la idea que yo tenía a un modelo de negocio. Ahora, de a poco, estoy empezando a emprender.
"Las personas comienzan a estar más involucradas en el diseño y a darle más relevancia, no solamente a lo funcional, sino también a lo sentimental".
¿Cómo recordás haber tomado la decisión de estudiar la Licenciatura en Diseño de Interiores en ORT?
En cuanto a eso, vale destacar que yo estudié psicomotricidad previamente. En un momento, me di cuenta de que no era para mí y que yo precisaba estudiar algo en lo que pudiera ver mi evolución.
A mí siempre me gustaron las manualidades y la pintura, de hecho mi madre es artista plástica, y todo ese lado lo tenía muy presente. Así fue que conocí, a través de una entrevista con Graziella Blengio (secretaria docente de la Facultad de Arquitectura de ORT) la Licenciatura en Diseño de Interiores y me encantó la propuesta. Me fascinó desde el momento cero y haber cursado esta carrera es una decisión de la que no me arrepiento para nada.
¿Qué herramientas adquiriste durante la carrera y de qué formas las implementás en tu trabajo cotidiano?
Creo que adquirí todas las herramientas durante la carrera. Y en mi trabajo las uso todo el tiempo. Es más, ni siquiera me doy cuenta de que las estoy utilizando cuando lo estoy haciendo. Así que, en realidad, todo lo que aprendí en ORT es la base de lo que soy hoy profesionalmente.
¿Qué les dirías a aquellas personas que están pensando en comenzar la carrera?
Es una carrera hermosa, muy demandante, pero es muy disfrutable. Mi recomendación es que si les gusta el diseño, la arquitectura y las personas, no duden en hacer la Licenciatura en Diseño de Interiores, porque es sumamente gratificante, tanto a nivel académico como a nivel personal.
¿Cómo ves al diseño de interiores en Uruguay?
Creo que ha crecido un montón. Desde que yo empecé a estudiar hasta hoy, el cambio ha sido abismal. Cada vez se le da más importancia a todo lo que tiene que ver con el diseño en general, no solamente al diseño de interiores. Además, las personas comienzan a estar más involucradas en ello y a darle más relevancia, no solamente a lo funcional, sino también a lo sentimental en relación con el diseño.
Hoy en día, la Licenciatura en Diseño de Interiores y los profesionales del área son mucho más reconocidos que hace unos años. Eso es algo que hay que aprovechar.
¿Cuáles son tus próximas metas a cumplir en materia profesional?
Mi proyecto no solamente está centrado en programas de coaching y proyectos de diseño de interiores, sino que también abarca la enseñanza. La idea es dar herramientas a las personas para que puedan resolver sus propios proyectos, así que el próximo paso será brindar cursos a través de mi página web para quienes quieran diseñar sus propios espacios.