García y Edelman cursan el octavo y último semestre de la Licenciatura en Animación y Videojuegos de la Universidad ORT Uruguay. Sin embargo, el nacimiento de Goober es anterior.
Fue a principios del 2019, en un proyecto para las asignaturas Producción 2 (quinto semestre) y Producción 3 (sexto semestre). Ambos estudiantes decidieron trabajar juntos en un cortometraje que involucrara todas las herramientas que habían adquirido durante la carrera y, así, superar el nivel de los cortos que ya habían realizado, de forma individual, en la asignatura Producción 1.
Según García, en la carrera se van estudiando progresivamente todas las partes que conforman una animación hasta Producción 1, que es cuando se realiza el primer corto. Luego, en Producción 2 y 3, ya se trata de un proyecto más grande. “Vemos materias de guion, storyboard, animación, sonido, entre otras cosas. No necesariamente quiere decir que luego nos hagamos cargo de todas las áreas de un corto o animación, pero sí nos da la capacidad entender cómo funcionan”, afirmó Edelman.
Goober obtuvo el premio a Mejor Corto Animado del Fenacies y el Mejor Cortometraje Uruguayo de Estudiante del FIA.
De acuerdo a los estudiantes, si bien no fue el primer cortometraje que hicieron, fue la primera vez que tocaron tantas áreas y de manera más profesional. “En el corto de Producción 1 usamos música sin copyright, sonidos ambientes de, por ejemplo, una biblioteca, y cosas así. En este nos propusimos otra cosa, que del sonido se encargara alguien que supiera, conseguir actores de voz; fue la primera vez que hicimos castings de voces. Fue la primera experiencia de salir del mundo facultad, por así decirlo”, explicó Edelman.
Un corto inspirado en un clásico de Hanna-Barbera
Goober surge como una réplica de Scooby Doo. A partir de la combinación de los géneros favoritos de los autores, la animación conjugó el misterio, el suspenso, lo absurdo, hasta el componente final que fue un perro como protagonista de la historia.
“Un elemento clave que manejamos entre nosotros fue que si el corto fuese un capítulo de una historia, como la de Scooby Doo, sería el último. Eso nos permitió jugar con una especie de subtexto de una historia previa, lo que ya pasó antes. Como que no lo ves, pero lo podés inferir”, dijo García. Según los autores, a partir de esa idea apelaron a jugar con las expectativas del público basándose en el hecho de que la clásica historia de resolución de un misterio se saliera de control.
https://www.youtube.com/watch?v=x6ltQeHcWO8
Doblemente premiados
La postulación para el Fenacies fue en enero del 2020. Participaron más de 2.800 personas entre todas las actividades; se proyectaron 161 cortometrajes de animación, documental, videoclip y ficción, de 22 países diferentes.
En este evento, García y Edelman ganaron el premio por Mejor Corto Animado.
Según ellos, nunca pensaron que iban a ganar, pero siempre tuvieron intenciones de participar para competir. “Cuando participamos el año pasado con nuestros cortos individuales, que no ganamos —ni lo merecíamos—, ya estábamos trabajando en este corto y dijimos de enfocarnos para este año. Aún así, no sabíamos que íbamos a ganar, pero siempre consideramos que teníamos chances”, manifestaron.
En el caso del premio del FIA —evento organizado por la Facultad de Comunicación y Diseño de ORT—, ganaron en la categoría Mejor Cortometraje Uruguayo de Estudiante. En el festival, además de los nacionales, participaron cortometrajes de países de Sudamérica, Asia y, mayoritariamente, Europa. Para García y Edelman, el nivel del FIA fue excelente.