El diseñador de interiores es un profesional creativo e innovador interesado en la generación de espacios en los que las personas se vean y sientan mejor. Como dijo el arquitecto Miguel Barahona, el diseñador de interiores es el encargado "de conseguir que lo abstracto se haga concreto", "el que debe conseguir que el espacio genérico, y anónimo se haga personal y habitable".
En este sentido, el diseño de un espacio comercial suma un nuevo grado de complejidad a esa tarea al trabajar con tres objetivos en simultáneo para modificar un ambiente. Según la docente Graziella Blengio, estos son "ayudar y promover la concreción de ventas", ya que es el motivo por el que una marca convoca al diseñador; "mejorar la calidad de vida y ergonomía de los espacios y equipamientos" para los empleados y vendedores del lugar, quienes conviven la mayoría del tiempo con esos espacios; y ofrecer la información necesaria del producto/servicio que se brinda para colaborar con los eventuales clientes a encontrarlos.
La especialización en diseño de espacios comerciales se da en la asignatura Taller 4, en el cuarto semestre de la Licenciatura en Diseño de Interiores de la Facultad de Arquitectura de ORT, y está a cargo de Graziella Blengio y Antonella Abaldo.
"Al comienzo del semestre se da un teórico en el que vemos cómo a partir del diseño se puede potenciar la elección de un cliente dentro del área comercial, cómo generar un plus dentro de un local para que la persona viva experiencias, además de que compre el producto o (por ejemplo) coma el plato de comida”, explica Abaldo.
Según Blengio, "el brandscaping o paisaje de la marca debe comunicar mensajes que hagan contacto emocional con el comprador", ya sea en la vidriera para que ingrese al local o dentro de este para que lo interpele de otra manera. "El espacio comercial es un espacio de emociones, de estímulos sensoriales, auditivos, visuales, táctiles, etc., que guían nuestra experiencia", agrega.
En el mismo sentido, Abaldo enfatiza en que mantener más tiempo al usuario en el local funciona para "guardar en la memoria un recuerdo positivo" y genera que a futuro recomiende la experiencia a terceros, y sirva para diferenciarse de la competencia.
"La compra dejó de ser algo mecánico y racional de obtención de productos a ser algo mucho más complejo. Hay historias personales involucradas en el recorrido del espacio, y experiencias dentro y fuera de él que importan incluso más que los productos", afirma Blengio.
Desde 2014 (salvo durante la pandemia por Covid-19), Graziella Blengio participa como docente extranjera, y en representación de la Universidad ORT Uruguay, en un seminario anual de Diseño organizado por la Asociación de Intercambio Cultural (AICU) en la Universidad de Salamanca y desarrollado en febrero de 2023. El enfoque de la docente es, justamente, el diseño de interiores aplicado a los espacios comerciales.
Según indica, en la actualidad la relación entre la compra online y presencial "parece ser lo que se impone tras la pandemia para todas las marcas". El gran desafío para el presente y futuro, enfatiza, es "la revalorización de la conexión humana a través del retail en los espacios de venta físicos, y a través de una buena UX (experiencia de usuario) y UI (interfaz de usuario) en las tiendas online".