Conjuntamente, en el marco de la exposición, Larghero brindó una conferencia en la que compartió sus perspectivas acerca del diseño y el quehacer del diseñador gráfico, los procedimientos detrás de su destacada producción creativa, anécdotas y algunos de los secretos detrás de un diseño original, efectivo y capaz de superar las barreras del tiempo.
La exposición estuvo enmarcada en la tercera edición del ciclo "Diseño Dinamiza", que, en esta oportunidad, giró precisamente en torno al trabajo de Marcos Larghero, diseñador gráfico que ha trabajado en esta disciplina de la comunicación visual desde la década del 60, y excatedrático de Diseño de Identidad de la Universidad ORT Uruguay.
Larghero tuvo una participación fermental en las asociaciones de diseñadores gráficos. Ha integrado exposiciones colectivas e individuales y ha obtenido múltiples reconocimientos por su actividad profesional.
La exposición de Larghero propuso un recorrido a través de más de cinco décadas de trabajo en diseño gráfico, fundamentalmente de logotipos (identidad corporativa) de algunas de las empresas de mayor relevancia y alcance, no solo en medio local, sino también a nivel internacional.
En la muestra se exhibieron más de 15 logos a gran tamaño, decenas de láminas con diferentes diseños, herramientas de trabajo y dos televisores en los que se expusieron imágenes rotativas con otras producciones creativas de Larghero.
La pertinente relevancia de esta exposición, que contó con la presencia y participación de Gustavo “Maca” Wojciechowski, uno de los artistas uruguayos contemporáneos más destacados y exdocente de varias materias del área proyectual en la Universidad ORT Uruguay, radicó en que el trabajo de Larghero siempre se ha caracterizado por su profesionalismo, alcanzando un nivel de primera línea tanto en cuanto a la conceptualización —el identificar lo que hay que comunicar y cómo—, como en lo que al carácter formal refiere —el resultado visual del trabajo—, con un grado de síntesis que hace que su obra rompa las barreras del tiempo y se vuelva atemporal: muchos de los logotipos diseñados por Larghero tienen décadas, y, sin embargo, siguen vigentes e incluso suelen considerarse actuales.
En tal sentido, siguiendo a Larghero, en diseño gráfico "mucho se trata de hablar del tiempo” y trabajar en diseño “tiene que tener algo muy particular que es fundamental: que el artista tenga latente siempre la curiosidad”.
Tenemos que manejar un tema de creatividad aplicada a determinados requerimientos. No es solo tener la chispa de la creatividad, es una mezcla de raciocinio, intuición, capacidad para desarrollar la idea que aparece y se quiere plasmar (...) el diseño lleva tiempo y una cuota grande de autocrítica y convencimiento.
En relación con la figura del diseñador, sus habilidades técnicas y sus herramientas, para Larghero, “la intuición es aquello que viene después de la experiencia” y, a este respecto, considera elemental “tomarse el trabajo en serio, pero siempre dejar un porcentaje muy importante de humor. El humor acá es conectar una cosa que aparentemente no tiene nada que ver con otra y eso carga esos momentos de dispersión, permite que las cosas caminen”.
A este respecto, Larghero agregó:
Hoy se suele decir que un buen diseñador no tiene que saber dibujar. Yo allí tengo mis discrepancias: no es que tenga que ser un genio dibujando, pero tiene que tener ciertas herramientas personales que sepa aplicar para lograr determinados resultados. Por otro lado hay otro tema, que es el que tiene que ver con el tiempo —como referíamos—, y es que hoy en día lo que funciona es la inmediatez, entonces todo tiene que ser más y más rápido, pero la flexibilidad en el trabajo creativo y en todo esto es fundamental.
Y, en este sentido, resulta esencial una formación profesional en diseño gráfico, en el desarrollo de la creatividad y el dominio de las herramientas necesarias para materializar ideas, para innovar.