La historia narra el recorrido de Luna y Aries, una pareja cuyo vínculo transita desde el enamoramiento inicial hasta la lucha por mantener su amor. El eje del relato es la dualidad en el amor, un concepto que guió e inspiró todo el proceso creativo.
"Me pareció interesante explorar el amor no solo desde lo romántico, sino también desde la lucha y lo que sangramos en el camino", agrega Araña.
El cortometraje se estructura en dos mundos visualmente contrastantes.
Por un lado, Montevideo actúa como el escenario donde los protagonistas construyen su vínculo; en contraste, un espacio metafórico llamado "El vacío" representa el ámbito en el que la pareja enfrenta sus conflictos.
Los conflictos toman forma de entes oscuros que intentan destruir una estrella, símbolo del vínculo entre los protagonistas. Cuanto más se deteriora esa estrella, mayor es el riesgo de que "El vacío" deje de existir, llevándose con él la relación.
El detrás de la animación
Desde su concepción, El amor que sangramos fue ideado como un compendio de habilidades técnicas y narrativas.
Araña buscó integrar diversas escenas que le permitieran demostrar su versatilidad y que evidenciara su destreza en la animación 2D:
Quería hacer todo: escenas de peleas, escenas más tranquilas, animación de personajes. Quería que fuera un buen resumen de portafolio de cómo evolucioné como artista.
Mientras animaba las escenas en Montevideo, Araña experimentó con técnicas tradicionales de animación, explorando desde el diseño de fondos hasta la expresividad de los personajes.
En cambio, en "El vacío", la realizadora concentró su energía en secuencias dinámicas, efectos visuales y movimientos de cámara.
El color rojo es un elemento clave en El amor que sangramos. Asociado tanto con el amor y la pasión como con el peligro y la lucha, esta tonalidad impregna toda la obra, reforzando su carga emocional y simbólica.
El rojo siempre me pareció un color perfecto para representar la intensidad del amor, pero también el riesgo, la alerta. Fue una decisión natural que ayudó a consolidar la identidad visual del corto.
Inspiración para el cortometraje
Este proyecto final de carrera representa un cierre significativo para su formación, abarcando todo lo aprendido a lo largo de sus estudios y reflejando su crecimiento como artista.
A nivel personal, la realizadora destaca la importancia de haber ambientado parte de su historia en Montevideo, ciudad que la acompañó durante su formación universitaria.
Fue una forma de cerrar un ciclo. Montevideo fue clave en mi proceso y quería que estuviera presente en mi trabajo.
Además, este proyecto le permitió elevar el nivel de producción de su trabajo, dedicando más atención a la composición visual, el diseño de luces y los fondos, aspectos en los que buscaba superarse.
"Siempre había querido darme el tiempo para trabajar estos detalles a un nivel más profesional y esta fue la oportunidad perfecta", concluye.