Bajo la premisa de alentar a los diseñadores a apreciar este momento incierto por la gran posibilidad que contiene, a permitirse la incomodidad de lo desconocido y abrirse a la regeneración y el crecimiento, el Consejo Internacional de Diseño (ICoD, por su sigla en inglés: International Council of Design) anunció que Suspendido en transición es el tema de la edición 2022 para el Día Internacional del Diseño Gráfico, un nuevo aniversario de la fundación del consejo.
En esta nueva oportunidad de reconocer el valor del diseño y su capacidad de generar cambios, Vicente Lamónaca destaca que lo importante es “entender al diseño gráfico como una disciplina más social y humanística que técnica”.
Lamónaca es coordinador académico de la Licenciatura en Diseño Gráfico de nuestra Facultad de Comunicación y Diseño desde marzo de 2022, docente de la Escuela de Diseño desde hace más de 20 años y pertenece a las primeras generaciones de estudiantes y licenciados en diseño gráfico en la universidad. La carrera de diseño gráfico de ORT fue la primera del rubro en Uruguay, comenzó a dictarse en 1994 y fue licenciatura a partir de 1996.
“Cuando entendamos que el diseño puede ser funcional, resolver problemas, generar que la gente consuma, piense y opine mejor, va a tener más relevancia para la sociedad. Como diseñadores tenemos la responsabilidad de definir nuestra profesión en los términos en los que queremos que se la valore”.
Suspendido en transición
“Estar tanto ‘suspendido’ como ‘en transición’ puede causar ansiedad pero también, potencialmente, crecimiento”, dice el ICoD para presentar este tema que afirman es una zona fronteriza entre las cosas, con contradicciones e incertidumbres, y estar suspendido en esa transición puede significar la mejor opción para ser receptivo a las oportunidades que vendrán. Asimismo, exige a los diseñadores salir de la zona de confort y aceptar el conocimiento parcial, la no definición y el no diseño, para reflexionar desde la incomodidad y el flujo al mismo tiempo.
Para Lamónaca, a partir de la concepción de que el diseño responde a la sociedad, que a su vez es dinámica, no se puede pretender que todas las situaciones futuras se puedan explicar bajo las mismas premisas para llegar a una construcción global del diseño. El diseño, sostiene, “debe responder a contextos específicos de tiempo, lugar, cultura, y lo globalizado que es el mundo no permite tener en cuenta los innumerables contextos posibles que existen. Por eso el diseño, casi que por definición, siempre debería estar suspendido en transición. Siempre tener claro dónde estoy, qué necesito y para donde quiero ir, día a día”.
Tipografías
¿Por qué diseñar tipografías?
La tipografía es algo propio del diseño gráfico. Toda la gente que escribe algo usa tipografías, pero no hay ninguna otra disciplina que la use tan específicamente. Dentro del diseño gráfico, el diseño editorial mira con más detalle algunas características de la tipografía.
Un día, con el fin de resolver un problema puntual de tipografía, generé una propia para que encajase con determinadas medidas y proporciones que yo precisaba. A partir de entonces surgió mi propio estudio de diseño de tipografías que sigue vigente hasta el día de hoy: TipoType.
¿Cuáles son las características claves de la tipografía?
Hay tres grandes niveles. Uno es el aspecto, que define si quiero que la letra sea formal y seria porque es para un comunicado oficial, o que parezca la letra de un niño. El segundo nivel es el componente técnico: hay letras que fueron hechas para algo en específico. La Times New Roman, por ejemplo, fue diseñada para el periódico británico The Times: pensada para imprimir en diario, tamaño chico, mucho texto, para leer a 40 centímetros. No quiere decir que no funcione en ninguna otra cosa, pero en lugar de usarla en un cartel de carretera, de pocas palabras, que ves a lo lejos y que se te puede dificultar la visión por lluvia, poca luz, reflejo o movimiento, podés usar otras tipografías que fueron pensadas y testeadas para eso.
Y el último nivel depende de lo que hay que escribir, porque no todas las tipografías tienen caracteres especiales. Cuando le decís a alguien que vas a hacer una tipografía nueva, generalmente piensan en una letra de símbolos y cosas raras, y no es así. Muchas veces necesitamos que una letra que ya existe tenga un tilde que le falta, o se adapte a escribir recetas de cocina o fórmulas de química, porque hay usos específicos que necesitan signos específicos.
¿Cuál es el desafío para crear una nueva tipografía teniendo en cuenta la inmensa cantidad de modelos que ya existen?
Si pensamos desde la forma, es difícil porque hay literalmente 150 mil tipografías, ya está todo inventado. Además, la letra tiene que tener forma de a para que se lea a, entonces tampoco tenés tanto margen. Pero cuando hilás fino, te das cuenta que para determinados trabajos necesitás, por ejemplo, comillas que no entorpezcan tanto la lectura. Por lo general no es que hagas una letra estrambótica, sino que va a ser parecida a todas las demás pero que tiene una combinación de proporciones y de signos que sirven para herramientas, dispositivos o formatos en específico.
¿Cómo es el proceso de diseño de tipografías?
Es un proceso muy metódico y secuencial. No se empieza en orden alfabético, sino que empezás por algunas letras que te dan pautas de otras. Por ejemplo, si hacés la letra n, indirectamente hiciste la h, la u y la m. Tengo la vertical unida a un arco, me falta la diagonal: hacés una v. Ahí, indirectamente, ya tenés la w, la k, la x. Tiene mucho de geometría, exactitud, pero también mucho de percepción y de algo que llamamos ajustes ópticos: si hacés un cuadrado y un círculo de la misma altura, los ves distintos, el cuadrado siempre se va a ver más grande. Entonces lo agrandás hasta que te parezca correcto.
Diseño, comunicación y sociedad
¿Cómo se comunica a través del diseño gráfico?
Como diseñador, lo que uno debe lograr son determinadas acciones. Si vos hacés una campaña para un referéndum, tu objetivo es que gane esa opción, si hacés un cartel para un teatro, el objetivo es que vaya gente al teatro. El diseño tiene un fin concreto comunicacional funcional. Si lo entendemos como disciplina humana, lo central es la empatía con el público, me tiene que interesar a qué tipo de gente apunto para definir el mensaje que quiero transmitir. Como diseñador, si te concentrás en el color o formato que está de moda, perdés toda la parte humana. Mi opinión es que siempre hay que contemplar que uno trabaja en función de interpelar a otra persona.
¿Cómo influyen las tendencias en el diseño gráfico?
La respuesta corta sería: mal. Puedo sintonizar mi mensaje dentro de una tendencia para que el público lo entienda como nuevo, fresco, pero además debe cumplir su objetivo, tiene que estar esa parte humanística. La tendencia puede servir como vehículo para impactar de mejor manera, pero no deja de ser la parte más superficial del diseño.
¿Por qué ha cobrado cada vez más relevancia el diseño gráfico?
Cada vez se entiende y se acepta más la relevancia que tiene, aunque todavía estamos lejos de darle la relevancia que los diseñadores creemos que tiene. Cuando yo empecé a estudiar diseño, mis padres no tenían ni idea de qué se trataba. Hoy en día, el diseño gráfico ya está más establecido, hay cierta idea, es una carrera que ya tiene más de 20 años de licenciados en diseño gráfico en Uruguay y aquí, en ORT.
¿Qué relación tiene el diseño gráfico con las nuevas tecnologías como el metaverso y los NFTs?
Las nuevas tecnologías y nuevos dispositivos están configurando a la práctica del diseño en la medida de que este las va absorbiendo. Eso dio lugar al origen de nuevas disciplinas como el diseño multimedia, que tiene una relación con el diseño gráfico en su origen, pero creció tanto y se volvió tan abarcativa que se generó una disciplina nueva y específica. No estoy seguro de si estas tecnologías influyen en el diseño, sino que este se adapta a las tecnologías y dispositivos que surgen, porque creo que el concepto de diseño es más sólido que los cambios tecnológicos.