La Residencia Británica es uno de los principales atractivos en cada edición del Día del Patrimonio. Cientos de personas buscan conocer de primera mano no solo parte del interior del hogar del embajador británico de turno, sino sobre todo el impresionante jardín, uno de los más grandes de la capital del país.
Se trata de un terreno de 6.800 m2 situado frente al Parque Batlle. Gran parte de esa extensión corresponde al jardín, que originalmente era un poco más pequeño que el actual, pero se amplió gracias a la donación de esas tierras por parte de Sir Eugen Millington-Drake (embajador británico entre 1934 y 1941) al gobierno de aquel país.
Hoy en día, el extenso jardín cuenta con especies tanto autóctonas como exóticas y es mantenido nada más que por dos personas: el jardinero René López y un asistente. Entre ambos logran, además, llevar adelante una huerta 100 % orgánica cuyos frutos suelen terminar en la mesa de la actual embajadora, Faye O’Connor, y sus invitados.
La Arq. Paula Rial, coordinadora académica de Técnico en Paisajismo de la Universidad ORT Uruguay, recorrió junto a la embajadora, López y la Arq. Gabriela Pallares (directora de Ministerio de Diseño) el jardín de la Residencia Británica para conocer sus características.
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