Sin lugar a dudas, la globalización ha inundado el mercado laboral y cada vez son más los profesionales que ofrecen sus servicios al extranjero.
Cecilia Laborde es graduada del Diploma de Especialización en Recursos Humanos de la Universidad ORT Uruguay y forma parte del equipo de Deloitte desde hace más de 13 años. Hoy, trabaja día a día desde Uruguay para clientes con base en Suiza, lo que reconoce como “un compromiso y un orgullo”.
En esta nota, Laborde habla sobre su experiencia en Deloitte, su afición por el trabajo en materia de capital humano y sus perspectivas profesionales a futuro.
Actualmente te desempeñás como Senior Advisor at Human Capital Consulting en Deloitte, ¿en qué consiste tu trabajo?
Desde hace más de 13 años estoy vinculada a Deloitte. A través de una socia que se mudó a Suiza se me presentó la posibilidad de sumarme al equipo de Human Capital de aquel país, en el que estoy desde hace más de un año y medio.
Actualmente me desempeño como asesora en temas de capital humano. Trabajo en los desafíos que enfrentan las organizaciones en relación al rol del talento en las organizaciones y el futuro del trabajo, y, desde allí, se derivan o traducen un sinfín de tipos de proyectos…
También contribuyo con el desarrollo y crecimiento del equipo de Capital Humano.
¿Cómo es trabajar desde Uruguay para otro país y, específicamente, para Suiza?
Es un compromiso y un orgullo. Antes de la llegada del COVID-19, tenía la oportunidad de viajar un poco más y conectar de forma personal con clientes y el equipo. De todos modos, los desafíos del trabajo remoto se “normalizaron” con la pandemia y hoy es algo mucho más fácil y natural.
Asimismo, Suiza plantea la riqueza de la diversidad cultural. En el equipo conviven más de 20 nacionalidades, lo que contribuye y enriquece en cuanto a las perspectivas y experiencias.
¿Qué aspectos del trabajo en materia de capital humano te resultan más atractivos y por qué?
Lo más atractivo del trabajo en capital humano es su transversalidad en todos los aspectos de una organización.
En toda oportunidad, desafío o contexto, hay un factor humano a considerar. Eso requiere integrar visiones constantemente. La riqueza que existe en trabajar con personas que son todas diferentes requiere de nosotros —los consultores—, además de método, conocimiento y experiencia, mucho de conexión e inteligencia emocional, de calidez humana, de búsqueda de propuestas de valor absolutamente únicas para cada persona.
Poder contribuir al desarrollo de las organizaciones desde el entendimiento y rol que juegan las personas me entusiasma porque no hay una receta que funcione dos veces. El aprendizaje y el desafío es constante.
Trabajar con organizaciones en cómo podemos encontrar la motivación y el sentido en lo que hacemos, creo que se traduce en vivir mucho mejor.
¿Cómo recordás tu pasaje por ORT como estudiante del Diploma de Especialización en Recursos Humanos?
Lo recuerdo como un tiempo súper enriquecedor e intenso. Fue mi primer paso en el ámbito posuniversitario y, sin dudas, fue un impulso y una oportunidad que me abrió la perspectiva de los desafíos académicos vinculados a mi ámbito profesional.
Además, me llevé varios amigos y valoro también la relación con el cuerpo docente y con la dirección del Diploma de Especialización en Recursos Humanos, que años más tarde confió también en mí como docente.
"Creo que si todos nos enfocáramos en nuestra capacidad de contribución –cualquiera sea nuestro rol o ámbito de acción– tendríamos mejores equipos y lugares de trabajo".
¿Qué herramientas adquiridas en el Diploma de Especialización en Recursos Humanos de ORT utilizás en tu día a día?
Son muchas las cosas que se viven en un postgrado: el cuerpo docente, la variedad de materias, teorías y metodología de trabajo, y la red de contactos que se genera a través de compañeros con distintas experiencias profesionales, entre otras.
Como estudiante del Diploma de Especialización en Recursos Humanos rescato particularmente la rigurosidad con las que nos motivaron a trabajar y, fundamentalmente, el foco de trabajo en equipo.
¿Cómo te proyectás profesionalmente en los próximos años?
Me proyecto con un mayor foco en el ámbito académico.
Estoy llevando adelante un doctorado con una fuerte conexión con mi trabajo. Por lo cual, imagino seguir desde la consultoría asesorando organizaciones (desde una perspectiva cada vez más global) en materia de capital humano, con un fuerte foco en la investigación como base de referencia.
¿Qué huella te gustaría dejar a través de tu trabajo?
Un mayor énfasis en contribuir. Creo que si todos nos enfocáramos en nuestra capacidad de contribución –cualquiera sea nuestro rol o ámbito de acción– tendríamos mejores equipos y lugares de trabajo.
Me ilusiona pensar en el éxito profesional en relación a cuánto contribuimos o ayudamos a otros a desarrollarse y ser exitosos. Hay un libro de Adam Grant que desarrolla este enfoque: Givers and Takers, lo recomiendo.