En esta entrevista nos cuenta por qué la decisión de hacer un MBA, cuáles fueron los desafíos a los que se tuvo que enfrentar durante el proceso de selección y cuáles son sus planes a futuro.
¿Cómo fue el proceso de solicitud para ingresar a Kellogg School of Management?
Fue bastante largo y desafiante. Primero, tuve que realizar un examen, que suele ser el GMAT (Graduate Management Admission Test) o el GRE (Graduate Record Examination), para las escuelas de negocios. Luego, tomé un examen de inglés, que podría ser el TOEFL o el IELTS.
En mi caso, opté por realizar la prueba GRE, que sirve para las escuelas de negocios, pero también sirve para doctorados, másteres en ciencia y demás. Yo en el momento que empecé a aplicar todavía no tenía exactamente definido a qué programa quería aplicar, si iba a aplicar a un MBA o si aplicar a un programa híbrido de ciencia y MBA, entonces vi que este era el que más se adecuaba a mis opciones.
¿Podés contarnos un poco sobre la experiencia de escribir las solicitudes y por qué te decidiste por esta universidad?
Cada universidad tiene su propio proceso de solicitud, que son bastantes complejos. Algunas requerían hasta seis ensayos, mientras que otras solicitaban tres o dos ensayos con preguntas específicas y abstractas. Fue un proceso que llevó mucho tiempo. Solicité a siete escuelas, todas en la segunda ronda de aplicaciones, que podía hacerse en setiembre o enero. Después de unas semanas, comenzaron a darme respuestas, que iban desde "gracias, pero no estamos interesados" hasta ofrecerme un cupo con o sin beca. Elegí Kellogg por su cultura colaborativa y su programa adicional en biotecnología y salud pública.
Es una universidad que busca un ambiente colaborativo, eso resonaba bastante conmigo, porque del rubro del que vengo, la biotecnología, se necesita colaboración, es una industria multidisciplinaria y es imposible poder atacar un problema viniendo únicamente de un rubro, entonces me convencía mucho. Por último, esta universidad también ofrece un programa adicional en biotecnología, salud pública y biofarmacéutica, que fue lo que me terminó de convencer.
Otra cosa importante para mencionar es que el programa incluye visitas a empresas en distintas ciudades de Estados Unidos, un mentor especializado según el rubro dentro de la biotecnología que quieras trabajar y según la locación a futuro en la que te gustaría vivir. Tiene materias específicas, como por ejemplo: economía de la salud, marketing de biofarmacéuticos, cosas muy puntuales e interesantes, por lo menos para mí.
El 15 de noviembre tenemos la primera salida donde vamos a ir a visitar dos empresas en San Francisco, en Silicon Valley, que son dos de las empresas de biotecnología más importantes, Gilead y Genentech.
¿Cómo te preparaste para esta experiencia y qué consejos darías a alguien que quiere aplicar a programas similares?
Hablar con personas que han pasado por el proceso fue fundamental. Es importante charlar con quienes lo han vivido hace años, hace meses y quienes están en el proceso actualmente. Esto te dará diferentes perspectivas sobre cómo fue la experiencia y cómo abordarla. También es esencial tomarlo paso a paso, sin abrumarse por cada etapa del proceso. Prepararse con tiempo y estar decidido son claves.
Para hablar con personas que hayan cursado este tipo de programas me contacté por LinkedIn o por mail con muchísima gente que no conocía, pidiendo una reunión, una entrevista, charlar unos minutos, que eso es algo que por lo menos siento que no estamos tan acostumbrados a hacer nosotros en Uruguay. La tasa de respuesta la verdad que es muy alta. Todas las personas que vienen a hacer estos programas generalmente hablan con mucha gente antes, entonces todas están muy dispuestas a cuando alguien les escribe darle un rato de tiempo.
¿Cómo te sentís en cuanto a tu formación previa y cómo te ha preparado para esta nueva etapa en Kellogg?
La formación previa que obtuve en la Universidad ORT Uruguay me proporcionó una base sólida para comprender y abordar proyectos en este campo. Para poder entender, analizar y estudiar cualquier proyecto, cualquier tecnología relacionada con la biotecnología y poder entenderla, ya sea desde el lado teórico como poder aplicarla desde el lado práctico.
¿Tenés planes de regresar a Uruguay en el futuro o quedarte en Estados Unidos?
En este momento, no tengo una decisión definitiva. A largo plazo, me gustaría trabajar en el desarrollo de proyectos de biotecnología en Latinoamérica, ya sea en Uruguay o en otros lugares como Santiago de Chile o San Pablo. Mi objetivo es utilizar la biotecnología para abordar problemas importantes y crear valor en la región.