¿Cómo y cuándo surge la idea de El último youtuber?
En 2015 yo trabajaba como asesor de contenidos para Montevideo Comm, que tenían Canal M, y comencé a trabajar con Martín De Benedetti, un joven muy talentoso que hacía contenidos para internet. Me pareció interesante unir mi experiencia con su frescura y característica de nativo digital y le propuse pensar juntos un proyecto. Él quería hacer algo de comedia con youtubers y unió esa idea con la del apocalipsis zombie, un poco inspirado en el falso documental What we do in the shadows.
Esta es una idea que surge hace cinco años, pero que se estrena ahora, ¿cómo fue el proceso?
En base a esa idea fuimos desarrollando juntos el proyecto.
Nos presentamos al fondo del ICAU de Desarrollo para otros contenidos, pero recién a la tercera vez lo ganamos. Si bien no era mucha plata y solamente estaba pensado para su desarrollo, intentamos conseguir más financiamiento pero no era fácil. Además, no existía la perspectiva de un fondo de producción. Por eso, decidimos filmarla con los pocos recursos que teníamos, que eran básicos, como para cubrir costos de transporte, comida y pagar un caché simbólico a todos los que trabajaban.
Luego, la postproducción llevó tiempo porque ya no teníamos recursos. También es importante que desde antes de filmar, ya habíamos hecho el contacto con UN3TV. O sea, pensamos y negociamos la plataforma de distribución desde antes de comenzar a filmar.
Esta es una producción transmedia que se puede ver a través de UN3.TV y redes sociales, ¿qué rol crees que tienen las nuevas plataformas en materia audiovisual? ¿Cómo funciona la producción de contenido pensada para redes sociales?
Las plataformas ya se establecieron y la situación actual es el empujón que necesitaban. Creo que estamos en un momento en el que se está reacomodando el sistema de distribución porque también tiene que volverse viable la producción.
Crear un contenido audiovisual que se ve como una serie, pero que tiene elementos complementarios en las redes es muy interesante. Da mucho más trabajo, pero ofrece más posibilidades. Es necesario planificar de antemano lo que se va a necesitar porque estas otras cosas (como posteos, historias, etc) deben ser incluidos desde el plan de rodaje porque abre nuevas puertas de entrada al contenido: quizás a raíz de un video complementario te enganchás a ver la serie y ese video no es necesariamente una promoción, es parte de la historia misma.
En medio de la pandemia, ¿qué aporta el contenido audiovisual en el día a día de las personas que están en sus hogares?
Esta pandemia ha revalorizado muchas cosas y sacudido el orden de importancia y utilidad de las cosas. El contenido audiovisual de las plataformas está siendo devorado por la gente y hay muchas que van a quedarse sin nada en breve, por lo que habrá una depuración. El principal problema es que hay muchos contenidos, pero la gente accede a los más obvios, como Netflix, que, seamos sinceros, tiene algunas cosas buenas y mucho relleno. Entonces, sigue habiendo un problema de cuál es la oferta a la que accedo como espectador.
Existen otras plataformas como Mubi, Retina latina, Mowies o Qubit que tienen películas muy interesantes, pero no son tan populares.
¿De qué trata El último youtuber? ¿A qué público apunta?
El último youtuber es una historia de comedia y ciencia ficción. Trata de tres veinteañeros montevideanos sobrevivientes de una epidemia zombie. Uno de ellos es Victor, un histriónico youtuber que sigue filmando videos para un público inexistente. Mauro, su primo, solo intenta sobrevivir y no soporta a Víctor. El tercero es Damián, de pocas palabras, que se dedica a filmar todo.
Cada episodio es un nuevo video de Víctor, en el que filma lo que suelen hacer los youtubers: videoblogs, challenges, canciones, etc, mientras se desarrolla una historia sobre la convivencia entre los protagonistas. La serie web comienza cuando los chicos encuentran a Fernanda, una sobreviviente. Ella es una mujer que se va a vivir con ellos y eso generará conflictos entre los jóvenes, que competirán por su atención.
Este producto apunta a un público joven, entre 15 y 35 años.
¿Cómo están viviendo la emisión de El último youtuber desde su comienzo?
Para nosotros fue una experiencia exitosa. Al ser publicados desde UN3 logramos superar los 13 mil visualizaciones con el primer capítulo. Además, tuvimos repercusión en prensa y medios, a pesar de que fue justo en pleno auge de la pandemia.
Por otra parte, hubo buena respuesta en redes, la gente se colgó a hacer memes en base a propuestas que planteábamos.
Esperamos participar ahora en festivales y generar contactos para, quizás, poder hacer una segunda temporada.