Fábrica Nacional de Cervezas y Quilmes lanzaron el concurso Hacé tu propia cerveza para estudiantes de último año de carreras universitarias. El concurso tenía dos desafíos: por un lado Lanzá tu marca y por otro, Hacé tu birra.
Felipe Burgos y Agustín Martínez, estudiantes de octavo semestre de Ingeniería en Biotecnología, vieron el anuncio en Instagram y decidieron presentarse al desafío Hacé tu birra. Contaban con experiencia en el mundo de esta bebida, ya que hacen cerveza artesanal para consumo propio.
El concurso constaba de dos partes, una primera en la que se debía presentar una opción de cerveza artesanal saludable, mostrar su receta, definir su sabor, turbidez y amargor, entre otras características.
Asimismo, debían proponer una innovación que les permitiera crear una cerveza saludable. Según cuentan Burgos y Martínez, eso lo lograron incorporando probióticos con una sepa de levadura, llamada Saccharomyces cerevisiae var. boulardii, que es utilizada para distintos tratamientos en diferentes ramas de la medicina.
“Esta levadura se usa para tratamiento de úlceras estomacales, para reducir el ácido úrico, ayuda a mejorar el tránsito intestinal, entre otros beneficios”, dice Burgos.
Para mostrar su idea de proyecto, hicieron un video describiendo las características de la cerveza a la que le dieron el nombre de Hamann, por el apellido de la abuela de Burgos, de ascendencia alemana.
En la recta final
Ya seleccionados entre los cinco mejores, pasaron a la segunda etapa del concurso en la que tuvieron que desarrollar la estrategia de comercialización y lograr la escalabilidad del producto.
Para eso, se les asignó un tutor quien los ayudó en el proceso. “Fue una etapa de mucho estudio, hemos leído paper, hemos visto casos de estudio, manejamos mucha información”, cuenta Burgos y agrega “además nos reunimos, por Internet, con el tutor cada tres días para ver los avances del proyecto”.
“El tutor, Gonzalo Escobar, es Ingeniero Químico, tiene una maestría en el área cervecera y cuenta con más de 20 años trabajando en el sector. Por lo que estamos muy agradecidos con toda la ayuda que nos está brindo.”
En esta segunda etapa lo más complicado, según explican los participantes, fue buscar la técnica adecuada para introducir el microorganismo a la cerveza, sin que la afecte a largo plazo.
Para eso propusieron la tecnología de mircoencapsulado, “es como ponerle un escudo protector a la levadura que nos permitirá que pase el proceso de pasteurización y estar más tiempo en botella, entre otras propiedades”, expresan.
La premiación
Ya definida la nueva tecnología, Burgos y Martínez viajaron a Buenos Aires a presentar el proyecto y resultaron ganadores del concurso. Están felices por el reconocimiento pero confiesan que ya se sentían contentos con todo lo aprendido hasta el momento. Ahora solo les resta disfrutar el premio que es un viaje a Leuven, Bélgica, ciudad conocida como la capital de la cerveza, y continuar exponiendo su idea a expertos del sector.