La Facultad de Ingeniería de la Universidad ORT Uruguay sigue apostando a implementar flipped classroom o aula invertida en varias materias de sus distintas carreras. Este año y con apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) amplía este método de enseñanza a los primeros semestres, en materias clave de la carrera, y que además presentan cierta dificultad a los estudiantes, como Programación 1, Programación 2 y Matemática.
Esta metodología ya se utilizaba en diferentes áreas como por ejemplo en las asignaturas Arquitectura de Software e Ingeniería de Software Ágil, ambas pertenecientes a la cátedra de Ingeniería de Software. “Nosotros desde 2013 aplicamos la metodología Team Based Learning (TBL) que brinda un marco para estructurar el aula invertida”, cuenta el catedrático Mag. Gastón Mousqués, quien además afirma que “los estudiantes tienen una percepción global positiva respecto a la utilización de esta metodología y al conocimiento adquirido en comparación con los cursos dictados en el formato tradicional”.
La diferencia con el método tradicional es que con flipped classroom el estudiante se prepara antes de clase: estudia los temas a partir de materiales —como videos explicativos o ejercicios— que el docente elabora y deja disponibles en internet. En el aula, en tanto, se propone una instancia para aplicar todo lo estudiado anteriormente.
Gracias al apoyo de la ANII, la facultad pudo elaborar los materiales, actualizar los contenidos, generar los videos, adaptar el sitio web para la incorporación de la nueva metodología y capacitar a los docentes. En total, llevó cerca de un año de preparación.
Aprender por sí mismos
“Cuando van a clase, el docente no da todo teórico, sino que lo que hace es guiar la discusión de ejercicios o de diferentes propuestas. Eso provoca que el rol del docente cambie y no solo exponga y explique los temas. En clase se repasa lo visto en el video o en los ejercicios que tuvieron que hacer previamente, lo que permite que el estudiante tenga una participación mucho más activa”, explicó la Dra. Inés Kereki, catedrática de Programación de la universidad.
De acuerdo a Kereki, con este nuevo método se está fomentando que el estudiante aprenda a aprender por sí mismo. “Lo que hace la flipped classroom es darle al estudiante un rol importante: debe prepararse y ser capaz de enfrentarse a un tema que no conoce y tiene que, a partir de esos materiales, ser capaz de elaborar algo, como un cuestionario o ejercicio. Luego, tiene otra instancia de clase donde se aplica, de distintas formas, lo estudiado”, indicó la catedrática.
Algunos aspectos que destacan los estudiantes, según Mousqués, son “la retroalimentación inmediata de las evaluaciones que se realizan durante el curso y poder realizar en clase, junto con el docente, ejercicios que les permitan aplicar el conocimiento”.
Calidad del aprendizaje
En esa misma línea, Mag. Liliana Jabif, coordinadora académica del Centro de Actualización en Educación Superior (CAES) de la Universidad ORT Uruguay, explicó que el método permite mejorar la calidad del aprendizaje.
“Con lo que estudia fuera del aula, el estudiante llega mejor preparado a clase para poder realizar otro tipo de actividades que requieren otro tipo de niveles cognitivos, como realizar ejercicios, resolver problemas y hacer simulaciones con los conocimientos previos que adquirió en su estudio autónomo”, indicó.
Según explicó Jabif, en el trabajo fuera de aula, el estudiante desarrolla los niveles más bajos de cognición, es decir, memorización y comprensión, mientras que el aula se utiliza y se aprovecha para desarrollar los estados mentales más altos del estudiante, como son el análisis, la aplicación y la creación.
Entre las ventajas de este método, se encuentra el hecho de que los materiales están disponibles en la web, lo que permite que el estudiante los vea la cantidad de veces que precisa hasta entender el concepto. “Otra de las ventajas es que hicimos un libro con la temática completa del curso, tanto en PDF como en formato multimedia, por lo que se puede acceder a ellos en cualquier momento”, explicó Kereki.
Por su parte, las clases presenciales son más dinámicas, de acuerdo a la catedrática. “Considero que es mucho más enriquecedor. Te permite tener mucho más tiempo en clase para discutir cosas o evacuar preguntas”, expresó.