La estrella —producido por la estudiante Virginia Hinze— resultó ganador del premio Producción Largometraje de Ficción. El jurado argumentó: “Solidez artística y productiva, ahondando en el conflicto personal de un futbolista exitoso, dejando al deporte como tal fuera de campo”.
En Producción Largometraje Documental, premiaron Tierra de niños, dirigido y producido por la Lic. Carolina Campo. En el acta se fundamenta: “Por construir un espacio a la vez inocente e inquietante donde la imaginación, la espontaneidad y el juego propios de la infancia conviven con la soledad, la incertidumbre y una violencia latente. Un espacio donde existe la posibilidad de autorrepresentación de los propios niños, donde su voz y sus acciones son los que construyen el registro audiovisual, y no el discurso del mundo adulto. El proyecto nos pone cara a cara con el destino incierto que enfrentamos como colectivo cuando olvidamos a los niños en el camino”.
Ese soplo
En la misma categoría, también se premió Ese soplo, con dirección y guión de Valentina Baracco —estudiante avanzada de la Licenciatura—. Aquí se destacó: “Proponer un registro íntimo, afectivo y honesto del vínculo entre la directora —una nieta que filma— y su abuelo, quien sueña con cristalizar su existencia a través de la memoria cinematográfica. Una obra que nace de la pulsión entre la cámara que captura y el tiempo que pasa, retratando el apego y la separación, el afecto y la inevitable soledad, pero por sobre todo, el deseo de estar vivos”.
Actualmente, Ese soplo se encuentra en etapa de producción. “Este fondo nos permite filmar la película este año”, contó Baracco. “Además de lo económico, es un gran reconocimiento a la película, le da prestigio y ayuda a que uno pueda salir a buscar fondos para la finalización en el exterior, así como prestigio para cuando la película esté filmada y con un primer corte, poder postularlo. El aval de los fondos nacionales es sumamente importante en el desarrollo de un proyecto”.
Ese soplo se está filmando “gracias al apoyo de un gran equipo de personas que ha aportado insumos, equipos, trabajo”, remarcó la productora. “El haber llegado hasta acá es el resultado de muchos años de trabajo y de hacer las cosas con el corazón, porque amamos lo que hacemos”.
“Mi abuelo Fernando, a sus 88 años, quiere que hagamos una película sobre él, y me pide que lo ayude a concretarla”, resumió Baracco. Ese soplo busca reflexionar sobre la soledad en la vejez y su intento por convivir con otras generaciones. “La película se convierte en intento de lucha contra esa soledad, con la ilusión de lograrlo. Creo que la importancia para que este documental exista radica en este punto, ya que, a través del retrato de esta relación íntima entre un abuelo y una nieta, se pone de manifiesto la idea y necesidad de entendimiento entre estas dos generaciones, en una sociedad donde el adulto mayor, valioso por su conocimiento de vida, ve la vida pasar por su ventana. Creo que una de las cosas que más me motivó a hacer esta película es las ganas de estar vivo que creo que transmite”.
Perkal, la memoria de un nombre
También producido por Baracco, Perkal, la memoria de un nombre se llevó una Mención especial en largometraje documental, “por su mirada fresca, intuitiva y cálida de una historia relacionada con la enfermedad, las migraciones, la tragedia y los desafíos de construir una identidad”.
“La foto de un niño subiendo a un barco, atrás quedaba una guerra, horrores de los que nunca más se habló. Pasaron 65 años de esa foto y el niño, mi padre hoy lucha contra el cáncer. La historia de mi tiempo me lleva a repensar la familiar y a conectarme con un pasado silenciado. Tomo mi cámara para intentar recomponer el olvido de lo no dicho”. Así presenta Paola Perkal su largometraje, que se encuentra en etapa de desarrollo.
Perkal estuvo en los pitching de DocMontevideo en 2016, ganó el premio otorgado por DokLeipzig, por el que pudo asistir al mercado del festival, generar alianzas e ir a Polonia a filmar.
La mención obtenida en el Fondo de Fomento del ICAU, además de otorgar prestigio y ayudar en la búsqueda de nuevos fondos, “demuestra que estamos frente a un proyecto sólido”, remarca la productora.
Cambalache
En la categoría Contenido para TV serie documental, los fondos distinguieron a Cambalache, coproducido por Baracco. El jurado destacó una “mirada fresca y original del universo del tango”.
Se trata de una serie documental de ocho capítulos que busca retratar la actualidad del tango a través de sus transformaciones a lo largo de la historia. “El hilo conductor de toda la serie será Rosalía, una aficionada del tango, que acompaña a los personajes de cada capítulo, observando, preguntando, compartiendo esta pasión, para juntos poder construir y narrar el escenario tanguero uruguayo. Los personajes serán diversas personas que forman parte de este escenario”.
“Conoceremos su vínculo con el tango a través de su cotidianeidad, desde los detalles que lo vinculan con esta pasión, generando historias sencillas que conecten con los espectadores para así hacer de este fenómeno algo cercano y accesible”.
Cambalache es producida por Baracco y Eugenia Olascuaga, y dirigida por Rosalía Alonso. “En este momento estamos trabajando en el desarrollo de la serie, en negociación con otras instituciones, haciendo crecer el proyecto y planeamos comenzar el rodaje el segundo semestre de este año”.
Con mirada de autor
Ese soplo, Perkal y Cambalache son producidos por Monarca Films, casa productora fundada por Valentina Baracco en 2011, que se asocia con otras para realizar piezas audiovisuales para cine y televisión “con sensibilidad y una mirada de autor”. Baracco recordó que en 2018 Monarca Films estrenó Ópera prima, un largometraje documental dirigido por Marcos Banina y coproducido junto a Crepitar Estudio. Agregó que están trabajando en el montaje de Hasta caer, primer largometraje de ficción de Juan Ignacio Monteverdi.
Los fallos se conocieron el 20 de abril de 2018 y premiaron, en total, a doce proyectos audiovisuales. Entre todos, recibieron la suma de 21 millones de pesos uruguayos.