Esta startup fue fundada en 2018 por la Mag. Pía Campot, graduada y docente de Biotecnología; el Ing. Felipe Machado, graduado y asistente del Laboratorio de Biotecnología; el PhD Rodrigo Achigar y el MSc. Diego Saráchaga. Se dedica al estudio de la microbiota intestinal como herramienta para prevenir y diagnosticar enfermedades.
Según cuenta Felipe en esta entrevista, en breve empezarán a entrevistar y recepcionar muestra de 40 niños de entre tres y siete años con Trastorno del Espectro Autista y 40 niños Neurotípicos, para evaluar la alimentación, la microbiota intestinal y los metabolitos presentes en la orina. A partir de eso, buscarán encontrar marcadores biológicos que contribuyan a dar los primeros pasos hacia la mejora del proceso de diagnóstico para la identificación temprana del autismo.
¿Cómo y desde dónde surge este nuevo enfoque de la empresa?
Enteria siempre tuvo un interés en el área de TEA. Desde el comienzo realizamos servicios enfocados en esta área y generamos un networking que nos permitiera trabajar en ella. El autismo es un trastorno multifactorial sumamente complejo para el cual hasta hoy en día no se conoce cura o diagnóstico temprano. Comprendemos la complejidad técnica que conlleva esto, pero deseamos poner nuestro granito de arena para mejorar la situación de las familias.
¿Qué es lo que buscan con la investigación?
Buscamos dar el primer paso a la identificación de marcadores biológicos (moléculas y microorganismos) capaces de ser utilizados como target para generar una herramienta de diagnóstico temprano de autismo. Esta investigación nos va a permitir comenzar a identificar y conocer patrones existentes en la microbiota intestinal y en los metabolitos de la orina. Sabemos que para realizar un test diagnóstico requerimos de una cantidad mayor de participantes, pero la investigación que estamos realizando nos permite comenzar a identificar patrones para luego poder salir a buscarlos en una población de estudio más grande.
¿Por qué es importante la detección temprana?
Resulta importante para disminuir la incertidumbre que sufren los padres, aplacar los niveles de ansiedad por lo que pasan los niños durante el proceso y permitir que los profesionales de la salud puedan tomar acciones de forma temprana.
¿Cuánto tiempo piensan que les va a llevar el estudio?
El estudio va a llevar aproximadamente entre 1 año y 1 año y medio.
¿Cómo consiguen a los participantes para el estudio, tienen contacto con alguna clínica o universidad?
Los participantes del estudio los conseguimos a través del área de Investigación de la Escuela de Nutrición de Universidad de la República.
¿Cuentan con financiamiento?
Contamos con financiamiento propio y de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) para desarrollar el proyecto, y con la colaboración del Centro de Biotecnología de Investigación e Innovación (CBI+I), la Universidad ORT Uruguay y el área de Investigación de la Escuela de Nutrición de Universidad de la República.
En otros países se ha estudiado bastante la relación de la microbiota intestinal y el espectro autista. ¿Cómo está posicionado Uruguay sobre este tema?
En Uruguay se ha hecho una investigación de microbiota y nutrición en la cual nosotros ya participamos. La investigación fue llevada a cabo por el área de Investigación de la Escuela de Nutrición y nosotros prestamos el servicio de procesamiento de datos. La mayor diferencia entre este estudio y el otro, es, por un lado, la incorporación de varias variables (alimentación, microbiota y metabolitos de orina) en un mismo ensayo y, por otro, la utilización de tecnologías que nos permitan obtener más información de los resultados. Además, ahora es un proyecto nuestro, que diseñamos y dirigimos desde Enteria.