El evento se realizó, el 26 de noviembre de 2019, en el marco de las tareas de divulgación del proyecto, financiado por la ANII, titulado: Cascada biosintética para la valorización del glicerol a ácido L-láctico, llevado a cabo por la Dra. Lorena Betancor, catedrática de Tecnología de las Proteínas.
Participaron de la actividad:
- Manuel Albaladejo de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI).
- Gonzalo Sobral, periodista, mentor en innovación.
- Magdalena Ripoll, graduada de Ingeniería en Biotecnología e investigadora del grupo de Tecnologías de las Proteínas.
- Blanca Gómez Guerrero de Latitud, Fundación Latu.
- Felipe Machado, emprendedor, empresa Hifa.
- Inés Tiscornia, asesora de Gestión Ambiental de la universidad y coordinadora adjunta del Laboratorio de Biotecnología.
Albaladejo expuso una realidad desconocida para muchos y mostró que dentro de los productos más comercializados entre 2000 y 2017 se encontraban los residuos. Además agregó que estos “crecen por encima de la media del comercio mundial, suben sus precios y sus importaciones”.
Enfatizó en la importancia de buscar soluciones para reciclar los residuos generados, mostró algunos ejemplos que se vienen desarrollando en América Latina pero hizo hincapié en la necesidad de reducir y optar por una economía circular.
Siguiendo esa línea de buscar soluciones sustentables, presentaron sus emprendimientos Felipe Machado e Inés Tiscornia. El primero, expuso sobre Hifa, una startup que produce un biomaterial, generado a base de un hongo y desechos industriales, que es capaz de sustituir cualquier objeto hecho con plástico.
En tanto, Tiscornia contó sobre Biopack un emprendimiento que produce bolsas compostables y biodegradables con materia prima italiana 100 % vegetal. “Nuestro propósito también es generar conciencia ambiental y dar herramientas educativas para empoderar al consumidor”, aseguró la emprendedora.
La Ingeniera en Biotecnología, Magdalena Ripoll, presentó el proyecto liderado por Betancor que dio lugar al evento y que comenzó en 2017 con apoyo del Fondo Sectorial de Energía.
Según contó la ingeniera, la investigación propone una estrategia biotecnológica verde para revalorizar un subproducto de la industria del biodiesel: el glicerol crudo.
Según explicó la Ripoll este producto, por estar contaminado, tiene poca demanda y un valor de mercado es muy bajo. “Nuestra estrategia propone convertirlo en un producto de alto valor agregado con una política cuidadosa con el medio ambiente”.
Luego de las presentaciones hubo lugar para el networking, compartir ideas y buscar nuevos proyectos de innovación para el sector.