La primera mesa redonda del Ciclo Anual de la Academia Nacional de Economía tuvo lugar el jueves 10 de setiembre de 2015, en la Facultad de Administración y Ciencias Sociales de la Universidad ORT Uruguay.
En el evento, titulado “Uruguay: desafíos para el quinquenio 2015-2020” expusieron el Dr. Gabriel Oddone, socio de CPA Ferrere, el Lic. Carlos Pérez del Castillo, asesor especial del ministro de Relaciones Exteriores para negociaciones comerciales, y el Lic. Juan Labraga, catedrático asociado de Comercio Internacional de la universidad.
La conferencia trató sobre cómo preparar al país para enfrentar desafíos en materia de inserción internacional.
Bienes y servicios
Labraga dijo que, en las exportaciones e importaciones de Uruguay, los bienes y servicios han crecido drásticamente. En cuanto a la presentación del comercio de servicios, hay varios modos: el fronterizo, el turismo y el modo directo.
En cuanto a los bienes, “el Banco Central todavía no tiene la cifra de 2014, repite la de 2013 y es una categoría que se ajusta mucho cuando uno ve revisiones hacia atrás”, dijo y agregó: “Por tanto, cuando vemos bienes nos estamos quedando con el 60% de la película”.
En lo referido a la participación en el PBI Mundial, Labraga sostuvo que en la segunda mitad del siglo XX hubo estabilidad. Países como Estados Unidos y Japón, además de la Unión Europea, tuvieron el liderazgo desde la década del 60 hasta el año 2003, cuando se produjo la aparición de varios países, entre ellos China.
Para Labraga, al culminar las negociaciones de la Ronda de Doha se terminó de confirmar la salida del viejo equilibrio del ordenamiento multilateral del comercio y comenzó el movimiento hacia un nuevo equilibrio que aún desconocemos.
El TISA según Labraga
Uruguay tenía poco para ganar en este acuerdo en términos económicos, pero no tan poco en posicionamiento y marca país, señaló Labraga.
“Este tipo de acuerdos tienden a consolidar el status quo más que a levantar restricciones existentes en materia de acceso a mercados”, explicó.
Según Labraga, en el TISA (Trade In Service Agreement), Uruguay no tenía nada para perder, en la medida que se negociara profesionalmente y se fijaran reservas correspondientes. “El país dispone de capacidades para este tipo de negociaciones”, manifestó.
Perspectivas para Uruguay
En segundo lugar, intervino Carlos Pérez del Castillo. “Si vamos a hablar de la inserción extranjera, el punto de partida para Uruguay es su crecimiento y desarrollo, vinculados a la expansión, diversificación y modernización de su sector externo”.
Agregó que la inserción fundamental en cuanto a política de comercio exterior debería ser una base irrefutable para que el gobierno tratara de reunir partidos políticos, sector empresarial, sindicatos y sociedad civil junto a la academia, y así llegar a una verdadera política de Estado.
“Un país como Uruguay no puede por sí mismo imponer agenda de inserción externa, sino explorar posibilidades de incorporarse a escenarios de integración en juego en diferentes ámbitos: regional, hemisférico, plurilateral o multilateral”, dijo Pérez del Castillo.
Para el conferencista, Uruguay ha tenido muchos retrocesos y hoy sufre una crisis de identidad y credibilidad, con negociaciones estancadas y una gran parálisis.
El sistema multilateral de comercio es el escenario que ve más conveniente y menos costoso para la inserción del país.
“Nos da la posibilidad de negociar en un solo lugar, un abanico muy amplio de temas, reglas y disciplinas que se aplican a todos los países”.
Lecciones, dilemas y desafíos para la inserción externa
Gabriel Oddone dijo que la inserción internacional del país no difiere sustancialmente de la que ha tenido en los últimos 40 años.
Explicó que Uruguay crece más cuando se orienta hacia afuera. “El comercio permite enfrentar ‘deseconomías’ de escala e incentiva aprendizaje e innovación”, afirmó. “Diversificar destinos implica concentrar productos y viceversa”.
“La falta de instrumentos para tratar asimetrías impiden que el Mercosur sea una fuente de dinamismo”, señaló Oddone.
Además, dijo que hay políticas que distorsionan los flujos comerciales e inversiones que afectan sobre todo a países pequeños.
“Hay un debate ingenuo acerca de si Mercosur sí o Mercosur no. Somos parte de un acuerdo regional, no tiene sentido que digamos que no queremos pertenecer a él”.
El TISA para Oddone
El TISA, para Oddone, era un instrumento que valía la pena usar porque la inserción externa es crucial. Además, destacó que las discusiones que se dieron en cuanto al tema fueron superficiales.
“Habría permitido acceder a información clave para trazar una estrategia fundada en la agenda internacional de liberalización del comercio de servicios, que representa más del 50% del PBI”, aseguró.
Por último, recalcó que el tema de la inserción internacional es crucial para el país. “Uruguay tomó una decisión que en mi opinión es muy pero muy mala y tengo la sensación de que nadie es consciente”