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Mobiliario con alma

05/05/2021
En el marco del lanzamiento del concurso Veromobili, el diseñador industrial Nicolás Noblía cuenta por qué participar en esas instancias supone una gran vidriera.

*Nicolás Noblía y su colega Sebastián Granotich.*

Nicolás Noblía es Licenciado en Diseño Industrial por la Universidad ORT Uruguay, donde hoy se desempeña como docente de la Escuela de Diseño. Es codirector y director creativo del estudio Elemento, donde buscan generar “productos que tengan alma”.

Hoy en día, después de varias transformaciones, contó que Elemento tiene dos grandes ejes de trabajo:

  • El servicio de Diseño de Productos, sobre todo mobiliario, dirigido a industrias que buscan ampliar o innovar en sus líneas de producto. “En esta área trabajamos mucho con el mercado brasilero, que tienen un ritmo muy alto de rotación de productos, por lo que constantemente están requiriendo de nuevos diseños para incorporar a su catálogo”.
  • Paralelamente, más enfocado en empresas del mercado local, brindan el servicio de Innovación Estratégica. “Básicamente intervenimos sobre modelos de negocios con una mirada integral y generamos ideas para que las empresas se reinventen, adecuándose a los nuevos requerimientos del mercado y a las tendencias de consumo que, entendemos, influyen sobre cada sector. Esta es un área en la que nunca nos hubiéramos imaginado intervenir, pero luego entendimos que la mirada del diseñador, muy centrada en la generación de nuevas y mejores experiencias de usuario, conforma un perfil ideal para la tarea”.

Las claves de buen diseño de mobiliario

Noblía asegura que “si un objeto reúne satisfactoriamente estos cuatro aspectos tiene grandes posibilidades de que sea un diseño memorable”.

  • La función

    Para definirla, generalmente, no partimos del deseo de diseñar un producto determinado, sino de situaciones y, a partir de ellas, buscamos soluciones que faciliten o mejoren la experiencia del usuario; que faciliten su vida.

    ¿Por qué digo generalmente? En otras oportunidades, respondemos a algún pedido específico de alguna empresa en la que no tenemos demasiado margen de variación, pero cuando es un proceso más abierto, hasta que no haya avanzado bastante el desarrollo, no sabemos qué tipología de producto vamos a realizar.

  • La viabilidad productiva

    Es fundamental entender las capacidades técnicas que dispone una industria para realizar un proyecto. De nada sirve que yo genere un proyecto hermoso, pero que difiere de lo que la empresa puede hacer.

    A su vez, y sobre todo por el segmento de mercado al que nos dirigimos, buscamos que además de viable sea simple, ya que complejizar procesos productivos repercute de forma directa en el costo y, por lo tanto, en las posibilidades del producto de salir finalmente al mercado.

  • Optimizar costos

    Esto va alineado con la búsqueda de acceder al mercado. Pensar sobre cómo el producto va a ser transportado, que puede derivar en que el producto sea desmontable, pensar también sobre la optimización de los materiales, evitar que haya desperdicios, etcétera.

  • Una historia para crear

    Esto es algo que caracteriza al Estudio Elemento. No queremos generar productos que no tengan alma, queremos darles una cierta poesía que permita que, a medida que el usuario investiga sobre nuestros productos, encuentre un montón de detalles que le dan identidad a la pieza.

    Es un camino que, además, nos ayuda a argumentar nuestras decisiones formales sobre cada diseño y, a modo de ejemplo, tenemos productos inspirados en imágenes de arquitectura, en contextos como la guerra urbana, objetos que hacen referencia a escenas de obras de la Bauhaus.

*Escritorio Delhi, inspirado en el "desorden ordenado" de la ciudad de Delhi, diseñado para Muma*

Consejos para un joven diseñador

“No hay una receta, o al menos nosotros no la tenemos”, reconoce el diseñador, pero sí comenta algunos aspectos que fueron útiles en su experiencia.

  • Conocer el concurso

    Esto es fundamental para entender cuáles son los objetivos que se buscan. “Hay concursos más conceptuales, otros más con objetivos de productos más industrializables y mil variantes más”. Recomienda analizar ediciones anteriores, ver los productos ganadores, mirar el jurado y que características tiene, etcétera.

  • Generar productos con impacto

    Al evaluar, el jurado observa cientos o miles de candidatos, apunta Noblía. “Sin dudas hay un primer filtro en donde se seleccionan aquellas presentaciones que tienen más impacto visual, sin siquiera leer mucho sobre el concepto”. De pasar el primer filtro, el jurado leerá sobre el concepto.

  • Contar una buena historia

    “Es importante saber que las personas procesan mejor la información si es contada en forma de historia”. Una buena historia, sostiene el diseñador, logra que las personas recuerden mejor: “si generamos una narrativa detrás del producto, va a ser mejor recordado y su impacto será mucho más profundo”.

Los concursos como oportunidad

La primera vez que Nicolás Noblía ganó un concurso internacional fue en el año 2014, con su banco Frans en Salão Design, junto a su colega Andrés Espina.

“Quizás surge de ahí, y de todas las cosas buenas que ese concurso nos hizo vivir, que les tengamos tanto amor”. Ese año, dijo, generó muchos contactos que fueron fundamentales en el camino de entender el funcionamiento del rubro y de todos sus pormenores. “Al ir a la ceremonia, conocimos empresarios, colegas tanto uruguayos como brasileros y gente relacionada al diseño; fueron clave para que lleguemos a entrar al mercado como lo hicimos”.

El sofá Otomano Shanghai —inspirado en la arquitectura china— de Estudio Elemento fue premiado en la primera edición del concurso Vero De Design. “Cuando viajamos a la premiación, jamás nos imaginamos que la historia iba a derivar en que hoy, cuatro años después, íbamos a estar con una tienda de la marca aquí en Uruguay y, a su vez, colaborando de forma cada vez más activa en las decisiones generales de la marca a nivel internacional”.

En aquel viaje, contó Noblía, fue la primera vez que se enfrentaron en persona a los los productos de la marca. “Nos llevamos una muy buena impresión y descubrimos un concepto bien diferente a lo que estábamos acostumbrados a ver. Fue por eso que, tiempo después, decidimos estudiar la viabilidad de que esa marca, con un concepto tan fresco, llegue a Uruguay. Por suerte, tras muchísimo esfuerzo de parte de todos, se logró”.

La participación en concursos, sin dudas, es una gran vidriera. Sabiendo aprovechar la oportunidad puede resultar una forma real de acceder a mercados o a proyectos que, en la previa, uno ni se imagina.

El concurso Vero de Design promete incorporar los productos premiados al catálogo de Veromobili, es decir, que comenzarán a venderse en un mercado inmenso como el brasileño. Noblía remarca que en San Pablo, donde Veromobili tiene showroom, hay más de 40 millones de habitantes.

“Además, es una puerta de entrada a la marca; en nuestro caso fue así”. Luego del primer acercamiento, tuvieron vínculo directo para enviar más ideas de diseños que, de a poco, fueron incorporándose al catálogo de productos de Vero.

Hasta el 24 de junio hay tiempo para postular a la cuarta edición del concurso Vero De Design, que tiene como premisa el diseño de un producto o línea de productos para ser incluído en el catálogo de Veromobili.

El jueves 13 de mayo, Noblía junto a Granotich y dos colegas de Veromobili dieron la charla E-Design de mobiliario, donde contaron detalles del concurso Vero De Design.

https://www.youtube.com/watch?v=PWuM9ezp2T0
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