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Pasaporte sanitario: ¿la luz al final del túnel para el turismo?

15/03/2021
Todavía en plena pandemia y con la economía en busca de su reactivación, ha aparecido en la agenda pública un protagonista que da esperanzas al turismo, uno de los sectores más golpeados por el COVID-19: el pasaporte sanitario. ¿Para qué sirve y qué implica?
Pasaporte sanitario

Si bien el pasaporte sanitario surge como una ventana para el aumento de circulación de personas entre fronteras, también podría suponer una limitación de derechos en el caso de quienes no cuenten con ese documento.

Sobre este tema profundiza en la siguiente entrevista el Dr. Juan Manuel Rivero Godoy, docente de la Licenciatura en Estudios Internacionales y catedrático de Derecho Internacional Público de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales de la Universidad ORT Uruguay.

En estas últimas semanas hemos escuchado hablar mucho sobre el pasaporte sanitario. ¿Qué es el pasaporte sanitario?

Un pasaporte sanitario permite que los viajeros internacionales se desplacen de un país a otro, y supone un documento que acredita el historial del viajero en cuanto a los tests realizados y a la vacuna que haya recibido. Eso garantizaría prima facie un desplazamiento con menor riesgo de contagiarse y contagiar. En este sentido, China ya lo ha hecho oficial.

"El pasaporte sanitario surge a raíz de una situación excepcional (...) Eso hace pensar que una vez terminada la pandemia, el pasaporte no tendría justificación".

¿Existen antecedentes de un pasaporte sanitario en el mundo? ¿Cómo ha funcionado su aplicación?

*Certificado Internacional de Vacunación o Profilaxis.*Este nuevo documento, si se generaliza, no tiene antecedentes tal como está desarrollado. Sin embargo, sí hay antecedentes de exigencia de vacunas al ingresar a algunos países (Certificado Internacional de Vacunación o Profilaxis). Es el caso de viajeros que provienen de países donde hay ciertas enfermedades transmisibles. Ejemplo de ello es la vacuna contra la fiebre amarilla, que es exigida en algunos Estados previo al ingreso a sus territorios.

En ese sentido, la exigencia de determinados requisitos no es algo nuevo en materia sanitaria, aunque limitado a ciertas condiciones como el país de origen o los lugares donde el viajero ha estado. El COVID-19 ha supuesto una pandemia mundial, por lo que se justificaría en ese motivo.

¿Cuál es la visión internacional y la tendencia sobre el pasaporte sanitario en el marco de esta pandemia?

A nivel internacional hay voces a favor y en contra. Sin embargo, el análisis jurídico bien puede echar luz sobre su legalidad y exigencia.

El pasaporte sanitario surge a raíz de una situación excepcional, por su generalización, no por el virus en sí, dado que hace años aparecen nuevos virus. Eso hace pensar que una vez terminada la pandemia, el pasaporte no tendría justificación.

El problema es que el pasaporte sanitario termine imponiendo una restricción a la libertad de circulación a través de las fronteras. Toda libertad de circulación debe estar justificada en motivos de peligro extremo (bien podría ser por el COVID-19) y la medida debe ser provisoria o temporal. Sin embargo, no puede vulnerar otros derechos con los que podría colisionar, como el derecho de reunión familiar, el derecho al trabajo o el derecho a ser asistido, entre otros. Por eso, deber haber una ponderación equilibrada en su aplicación.

¿Qué ventajas y desventajas tiene Uruguay respecto a otros países para la aplicación de este pasaporte?

El problema radica en una correcta cooperación y coordinación entre las instituciones para implementar a nivel internacional un pasaporte de este estilo. De esta forma, se debe lograr una uniformidad de exigencias y costos para el usuario, y esto aplica a todos los Estados en general.

"El problema es que el pasaporte sanitario termine imponiendo una restricción a la libertad de circulación a través de las fronteras".

¿El pasaporte sanitario impulsaría la apertura de las fronteras?

Probablemente abriría mayor tráfico de personas, cuestión que ha mermado en los últimos meses.

Sin embargo, el uso de máscaras y alcohol ya son medidas que evitan el contagio, ante lo cual, la exigencia del pasaporte (dependiendo su costo y trámites) puede obrar como una desmotivación si los requisitos son difíciles de cumplir o imponen una carga burocrática desmedida. Sobre todo, porque con el COVID-19 hay que hacer la planificación con anterioridad, se ha desvanecido la espontaneidad del viaje.

¿Qué desventajas o riesgos conlleva, a nivel general, la aplicación del pasaporte sanitario?

Hasta tanto no se haya generalizado, sería apresurado saber sus consecuencias. Por eso, a medida que se vaya instalando en los Estados se podrá apreciar sus ventajas o no.

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