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Procesos que involucran las decisiones económicas

10/10/2024
El miércoles 28 de agosto tuvo lugar la conferencia “Razón y sinrazón de nuestro pensamiento financiero”, organizada por la Escuela de Postgrados en Negocios de la Universidad ORT Uruguay.

En este encuentro, el economista Gabriel Inchausti invitó a los asistentes a cuestionar la lógica de sus decisiones financieras y a pensar en cómo pequeños ajustes en sus entornos y hábitos pueden llevar a una mayor estabilidad y bienestar económico.

Razón y sinrazón del pensamiento financiero

El experto profundizó en los mecanismos que operan detrás de las decisiones financieras. Se enfocó en la economía del comportamiento, una rama que explora cómo las decisiones no siempre son tan racionales como se suele suponer.

La economía tradicional asume que los individuos toman decisiones financieras racionales, es decir, que siempre eligen lo que es mejor para su bienestar. Sin embargo, la realidad es más compleja

Según Inchausti, las elecciones están influidas por factores psicológicos y emocionales que llevan a actuar de manera predeciblemente irracional. Esta irracionalidad, lejos de ser caótica, es coherente y responde a patrones que pueden ser estudiados y comprendidos para mejorar la toma de decisiones financieras.

Heurísticas y economía del comportamiento

Uno de los conceptos claves discutidos en la conferencia fue el de las heurísticas. Se trata de atajos mentales utilizados para tomar decisiones rápidas y eficientes, ignorando parte de la información disponible. 

Si bien en muchas situaciones las heurísticas ayudan a simplificar la toma de decisiones, también pueden llevar a cometer errores. Un ejemplo práctico es cómo las personas reaccionan ante una amenaza inmediata, como una roca cayendo. No se realiza un cálculo detallado de velocidad o trayectoria; el cerebro simplemente da la orden de moverse, lo que permite una respuesta rápida y eficaz.

No obstante, Inchausti advirtió que estos atajos mentales también pueden ser engañosos cuando se aplican en contextos más complejos, como las decisiones financieras. Aquí es donde entra en juego la contabilidad mental, una tendencia a categorizar y tratar el dinero de manera diferente según su procedencia o uso. Por ejemplo, es común que alguien trate el dinero que recibe como un bono de fin de año de manera diferente al dinero que recibe como salario mensual, aunque, objetivamente, ambos fondos tienen el mismo valor.

Aversiones y sesgos: factores que llevan a errar

Otro de los puntos abordados por el conferencista fue la aversión a las pérdidas, un sesgo que explica por qué, muchas veces, las personas prefieren evitar pérdidas antes que ganar algo equivalente. 

Este principio es crucial para entender por qué a menudo se toman decisiones subóptimas. Inchausti explicó que, debido a esta aversión, las personas pueden rechazar inversiones que, a largo plazo, son rentables, simplemente por el temor a perder en el corto plazo. La perspectiva de una pequeña pérdida pesa más que la de una ganancia considerable.

La economía del comportamiento, inspirada en trabajos como los de Daniel Kahneman, psicólogo galardonado con el Premio Nobel, invita a explorar este tipo de conductas. Kahneman plantea que conviven dos tipos de pensamiento: uno rápido e intuitivo y otro más lento y racional. Aunque ambos son necesarios, el primero, al ser más automático, suele tomar la delantera en las decisiones cotidianas, incluso cuando podría ser más beneficioso optar por un análisis más detallado.

Los empujones en la dirección correcta

Inchausti destacó que, aunque las decisiones financieras no siempre sean racionales, estas pueden ser guiadas de manera estratégica a través de lo que se denomina nudges o “empujones”.

Estos pequeños estímulos, diseñados para incitar comportamientos deseados sin restringir opciones, pueden ser utilizados para fomentar mejores decisiones en diversos aspectos, como el ahorro o la inversión. Aprovechan los patrones irracionales para inducir un comportamiento más favorable. 

Reflexiones finales: la educación financiera y la irracionalidad

Un aspecto crítico que también se discutió en la conferencia fue la educación financiera. Aunque su valor es indiscutible, Inchausti señaló que esta, por sí sola, no es suficiente para corregir las irregularidades en nuestras decisiones. 

Los sesgos y atajos mentales continúan influyendo en nuestra conducta, incluso en personas bien informadas. Por lo tanto, la clave no está solo en educar sobre finanzas, sino también en entender y aprovechar los mecanismos psicológicos detrás de las elecciones.

En conclusión, aunque las decisiones financieras estén lejos de ser completamente racionales, existe un potencial inmenso en comprender estas irracionalidades para mejorar la vida financiera.

https://www.youtube.com/watch?v=kybUTLfrcl4
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