Gioscia participó del panel Youth Empowerment for Peace, integrado por una joven senegalesa, otra filipina y una libanesa. Se trata de jóvenes que están luchando por una iniciativa de impacto social, explicó el Licenciado en Animación y Videojuegos. La idea era compartir su experiencia de trabajo en conjunto con Unesco. “A nosotros nos consideran partners porque en 2016 ganamos el concurso regional Estamos Comprometidos, instancia donde entramos en contacto con ellos y conocimos a la organización. Desde entonces siempre nos dieron para adelante. El año pasado también fuimos a París a otro evento que se llamó Unesco Youth Forum, donde distintos jóvenes del mundo luchan por iniciativas que se alinean a sus objetivos”.
También fue una oportunidad para exponer el videojuego que nosotros estamos haciendo en un auditorio gigantesco, lleno de gente de distintos estados, organizaciones, bancos internacionales, etcétera. La idea del foro también es juntarse con socios estratégicos de Unesco para conseguir financiamiento.
De este foro participaron miembros estatales, organizaciones multilaterales, agencias de las Naciones Unidas e integrantes del sector privado.
La experiencia, contó Gioscia, “fue superproductiva”. Conocieron mucha gente interesada en el proyecto de Public Space. “Lo más importante es que nosotros seguimos empujando, desde que arrancamos, sin presupuesto. La idea era ir a buscar financiamiento para llevar adelante el videojuego; sin cantar victoria, parecería que estamos más cerca de ese objetivo”.
Sin embargo, reconoció que en el momento no le dio al evento la relevancia que tenía: "Sinceramente no aquilaté la importancia hasta que, una vez que terminó mi presentación, vino un montón de gente a felicitarme, a preguntarme cómo podían contribuir con el proyecto, a ver cómo podían ayudarnos; eso la verdad que fue increíble, porque nos dimos cuenta que de verdad hay gente interesada".
Public Space: un juego en desarrollo
Antes que nada, Gioscia aclaró que no se puede hablar de un verdadero alcance de Public Space porque el juego no está publicado, continúa en desarrollo por temas de financiamiento. “Los integrantes del equipo no contamos con suficiente capital para llevar adelante el proyecto. Todos trabajamos de distintas maneras en videojuegos, pero también cada uno trabaja en una empresa distinta. Public Space lo hacemos en nuestro tiempo libre en los fines de semana”.
Si se quiere hablar de alcance, indica el desarrollador, se pueden tomar en cuenta los premios obtenidos: ganaron el Concurso Nacional de Videojuegos en categoría educativa en el año 2015 y recibieron el apoyo de organizaciones que luchan contra el acoso callejero (en Argentina, Chile, Estados Unidos, Francia y Uruguay). “Es genial tener este respaldo, pero yo quiero hablar de un alcance auténtico cuando el juego esté publicado y podamos contar cuántas personas lo han jugado, cuántos chicos lo han probado”, dijo.
Mientras siguen trabajando en el desarrollo, lo que están haciendo es ir a escuelas y liceos a testear el juego que tienen hoy en día: “Hacemos esto porque consideramos que hay cosas que deben ser mejoradas y modificadas”, siguió.
Como autocrítica, dijo que se plantean lograr que “la temática del juego sea un poco más entretenida: hay algunas partes que pueden llegar a ser aburridas”.
Dijo estar contento al ver las reacciones de los niños y adolescentes que juegan Public Space. “Nuestro público objetivo son chiquilines de entre 12 y 15 años, aunque también lo hemos testeado con adolescentes mayores. Se prenden con la temática, se copan”, comentó. “Más que nada las chicas ya están familiarizadas con el tema, porque justamente está estudiado que el problema empieza a partir de los 12 años. Está bueno como instancia de debate en el aula con el docente: qué hacer en una situación de acoso, hacer algo al respecto”.