¿Por qué se produce esta caída? ¿Qué acciones tomará la compañía para paliar la situación? ¿Cómo se vincula el contexto internacional con la realidad de una compañía como Netflix?
En esta nota, hablamos con Alejandro Salmon, economista y Financial Advisor, y Diego Russo, Chief Information Security Officer en Plan Ceibal, ambos docentes de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales de ORT, para entender mejor la situación que atraviesa una de las marcas más reconocidas a nivel mundial.
Después de que Netflix revelara una fuerte caída en los suscriptores, sus acciones se desplomaron un 35 %. ¿Por qué Netflix da a conocer estas cifras? ¿Cómo es el proceso desde el anuncio de Netflix hasta la efectiva caída de las acciones?
Las empresas que cotizan en las bolsas de valores americanas deben cumplir con estrictos estándares de transparencia, entre los que se encuentra la divulgación trimestral de los resultados de la empresa.
El pasado 19 de abril Netflix realizó su anunció trimestral: sus ingresos estuvieron en línea con lo esperado (USD 7,9 mil millones), y sus ganancias por acción lo superaron ampliamente (USD 3,53 reportado vs. USD 2,89 esperado). Pero en empresas como Netflix, unos de los valores que más importa es la evolución del número de suscriptores y el número reportado fue inesperadamente malo. Se esperaba un incremento de 2,5 millones de cuentas, pero el reporte mostró una caída de 200.000.
Los inversores están siempre pendientes de la publicación de esta información, y en el caso de Netflix, que es una empresa acostumbrada a entregar de manera sostenida altas tasas de crecimiento en suscriptores, lo informado defraudó fuertemente las expectativas que se tenían.
Es la primera vez en más de 10 años que baja su número de suscriptores. En mercados altamente eficientes como las bolsas de valores de Estados Unidos, una vez que los resultados de una empresa se hacen públicos, esta información se traslada de forma inmediata al precio de las acciones.
Según los analistas, la caída de las acciones responde a más de una razón. ¿Estas situaciones suelen ser multicausales? ¿Hay alguna razón que pueda ser la más relevante?
Es así, totalmente correcto. La valoración de una empresa es un conjunto de múltiples factores.
Habitualmente, los inversores analizan tres grandes dimensiones para valuar el precio justo de una compañía desde el punto de vista de sus “fundamentos”, en un análisis que va desde factores macro a factores micro, lo que se denomina habitualmente análisis top/down. En el caso de Netflix, en el momento actual, estas 3 dimensiones forman lo que podríamos denominar una tormenta perfecta.
Primero, el entorno macroeconómico no es para nada benigno. Una alta inflación producto de la pandemia y el conflicto Rusia-Ucrania hace que los bancos centrales tengan que tomar medidas restrictivas, como la suba de tasas de interés, lo que genera que los precios de los activos financieros bajen en general y las acciones no son una excepción.
Esto se puede apreciar claramente en las cotizaciones del grupo estelar de gigantes de la tecnología (FAANG) compuesto por Facebook (ahora Meta), Amazon, Apple, Netflix y Google (ahora Alphabet), donde todas han bajado un 10 % o más su cotización en el último mes.
Segundo, el sector del streaming está pasando por un período de consolidación, en el que los grandes jugadores tradicionales del sector de medios como Disney, HBO, Warner Bros, están invirtiendo agresivamente en planes de suscripción y modelo de negocios competitivos, lo que afecta a Netflix en sus márgenes y capacidad de competencia.
Tercero, y último, el análisis individual de Netflix en el que, como ya mencionamos, se observa una caída en el número de suscripciones e incertidumbre sobre su evolución a futuro, y, si hay algo que a los inversores no les gusta para nada es la incertidumbre. Todo eso se refleja en la caída de la cotización de Netflix.
¿Cómo suelen enfrentar las empresas estas situaciones? ¿Qué acciones es probable que se tomen?
Las empresas no deben enfocarse en la cotización de sus acciones como medida estratégica, sino que tienen que enfocarse en su plan de negocios y su estrategia comercial y competitiva. Si las cosas marchan bien, eso se verá reflejado naturalmente en el precio de cotización.
De todas maneras, caídas tan bruscas en las cotizaciones pueden disparar medidas drásticas por parte de accionistas mayoritarios disconformes con las pérdidas que generan en sus inversiones. Tengamos en cuenta que el valor de Netflix registró una caída del orden de USD 60.000 millones en solo dos días (para tomar perspectiva de esta caída: es aproximadamente el PIB anual de Uruguay).
Cambios en el directorio o el management de la firma pueden ser medidas a tomar. Incluso, competidores del sector pueden ver en la baja de la capitalización de mercado de Netflix una oportunidad de adquisición de la compañía.
La suba de la inflación, según los analistas, trae como consecuencia que muchos usuarios corten su suscripción, ya que no es un servicio de primera necesidad: ¿Cómo puede afectar esto en el rubro de servicios de streaming? ¿De qué forma se puede enfrentar?
La inflación tiene un efecto directo en el poder de compra de las personas. En la medida que el poder adquisitivo disminuye, las familias ajustan sus gastos, y el streaming, que no es un artículo de primera necesidad, no es inmune a estos recortes.
Además, un factor no menor, es que estamos saliendo de una pandemia que generó importantes confinamientos a nivel mundial y en la que Netflix, al igual que Zoom y otras plataformas similares, fueron estrellas del consumo, obteniendo extraordinarios beneficios. Esa situación era un caso puntual, coyuntural, y ahora hay un retorno a la normalidad con consumos más razonables en el sector de streaming.
Para retener al consumidor se requiere de mucha innovación, buenos contenidos y un mix de productos y precios competitivos.
Incluir publicidad en la plataforma es una respuesta que Netflix tiene pensado poner en práctica, ¿puede ayudar a paliar la situación o no es suficiente?
Netflix anunció un posible cambio en su modelo de suscripción, en el que pasaría a ofrecer un servicio adicional al habitual, más económico y soportado por anuncios publicitarios. Otros competidores ya lo han incorporado como modelo hace tiempo.
Esto es un cambio en el modelo histórico de la compañía, que siempre se jactó de estar libre de publicidad y demuestra que necesitan buscar distintas alternativas para poder continuar como líderes en un sector cada vez más competitivo y consolidado. Sin embargo, si será o no suficiente para compensar las pérdidas en suscriptores es algo que se verá en el futuro.
Desde Netflix también anunciaron que están trabajando en alternativas para evitar que una misma suscripción sea utilizada por varias familias. Estiman en aproximadamente 100 millones el número usuarios de cuentas compartidas. Hasta hace poco, Netflix afirmaba que no era una prioridad atacar este tema, pero hoy, ante esta nueva realidad, permitir que los suscriptores compartan sus cuentas es un lujo que Netflix no se puede dar.
¿Qué perspectivas tienen este tipo de plataformas en el mercado de acciones?
Las plataformas de streaming han crecido notoriamente en los últimos años y aún tienen espacio para consolidarse en algunos mercados globales donde la tasa de penetración no es tan alta.
Como pasa habitualmente en otras industrias, luego de un momento de alto crecimiento, llega un período de consolidación, en el que la competencia empieza a ser más fuerte y las tasas de crecimiento ya no son tan altas.
El secreto en estos casos para continuar siendo líderes y referentes del sector pasa por invertir constantemente en innovación e investigación, estar muy cerca del cliente satisfaciendo sus necesidades y con foco en la experiencia del usuario, generando contenidos exitosos y encontrando los modelos de negocios más rentables.
Netflix fue un disruptor importante en su momento, destruyendo la industria del alquiler de videos y generando la defunción de empresas como Blockbuster. Ahora, es el momento de reinventarse.
En un mundo tan dinámico y cambiante, el éxito es muy efímero y lo que hasta hoy funcionaba y era factor de éxito, mañana ya no lo será y Netflix, ni ninguna empresa tecnológica, es inmune a esta realidad.