“En el mundo de hoy ya no es posible dirigir por instrucciones”, señaló el Ing. David Ruyet, profesor visitante de la Escuela de Postgrados en negocios, durante la conferencia "Liderazgo y valores”.
Ruyet es Executive MBA por ESADE Business School. Socio director de Energías Renovables Del Plata S.A. (Argentina, España, Chile y Uruguay). Colaborador académico del Departamento de Estrategia y Dirección General en ESADE Business School.
El evento tuvo lugar el martes 11 de febrero de 2020 en el Campus Pocitos de la Universidad ORT Uruguay. Se realizó en el marco del Ciclo de Charlas de Management y Negocios.
La formulación de la estrategia corporativa
“Las utopías van asociadas no solo a nuestros proyectos personales sino a nuestros proyectos como sociedad. Es en la capacidad de generar realidades construidas como proyectos imaginarios que somos capaces de transformar la realidad”, indicó Ruyet y agregó que “el mundo ya no permite realizar un trabajo con el que no estamos cómodos”.
Cada organización tiene su modo particular de funcionar. Las personas suelen notar esto cuando cambian de trabajo. En ese momento, perciben que la empresa a la que ingresaron tiene un modo de gestionar los problemas distinto a la anterior.
“Las empresas son construcciones de personas, con personas, para personas. Del mismo modo en que actuamos, actúan inevitablemente las organizaciones. En la medida en que podamos establecer el sistema de valores sobre la que se sostiene la cultura organizativa, vamos a ser capaces de gestionarla. Solo podemos transformar las organizaciones a partir de los valores”, dijo el experto.
“Es muy difícil convencer a la gente si tú no estás convencido. En el mundo de hoy ya no es posible dirigir por instrucciones”. Añadió Ruyet: “Este mecanismo estaba pensado para otra época”
Las dimensiones de la función directiva
En cada organización existen personas con distintas fortalezas. Los ejecutores se enfocan en lograr buenos resultados y aspiran a la excelencia. Los estrategas se centran en la planificación para la toma de decisiones. Los líderes son capaces de motivar a los demás.
“Todos tenemos en mayor o menor medida estas esferas. El ejercicio es ver cuánto tenemos de cada una. Están vinculadas: no se puede visualizar sin ser estratega, no se puede idear sin pensar”.
Antes las instrucciones eran limitadas, cortas y basadas en la repetición. Este modelo se basaba en la Revolución Industrial.
A partir de la década del 70, esto se modificó. Empezó a imperar el modelo de “dirección por objetivos”, basado en que los integrantes de la organización realizaran sus tareas y un jefe se encargara de monitorizarlas.
Hoy existe una nueva forma de organizar las empresas: la dirección por valores. Cuando las organizaciones no tienen buenos líderes y cuando faltan las oportunidades de crecer, el talento se va.
¿Cómo se retiene el talento?
Hay tres niveles para retener el talento en las organizaciones. En primer lugar, es fundamental tener una dirección involucrada, que sepa a dónde quiere llegar y avance en esa dirección. En segundo lugar, que el equipo tenga visiones compartidas. En tercer lugar, apuntar a la revalorización de las personas como eje de la transformación cultural.
“Los valores fundamentales de la sociedad se parecen mucho a los que queremos para las organizaciones: la empatía, la equidad, la justicia, respetar a los demás y atenerse a las normas”, explicó el experto.
“¿Cuándo estamos bien hoy en una empresa?”, se preguntó Ruyet y respondió: “Cuando estamos bien recompensados, hacemos tareas trascendentes, las hacemos muy bien y además nos gustan”.