“La presión es una amenaza que la crisis ocasionada por el COVID-19 ha potenciado. Por eso, atender la salud emocional y el bienestar de los trabajadores se ha transformado en un mandato para las organizaciones. No obstante, ‘nunca un mar en calma hizo experto a un marinero’”, señala Ximena Fernández, coordinadora académica del Master en Dirección de Recursos Humanos de la Escuela de Postgrados en Negocios de la Universidad ORT Uruguay.
En este escenario, se ha optimizado la gestión de costos, acelerado la transformación digital para las empresas, y brindado un importante salto en competencias y habilidades a los líderes y colaboradores. Estos y otros desafíos enfrentan las organizaciones desde hace más de un año a raíz de la pandemia.
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Cambios para el futuro
“Definitivamente la pandemia significó un shock para las organizaciones que en poco tiempo tuvieron que adaptarse para seguir operando de forma virtual”, explica Adolfo Sommer, docente de Liderazgo y Comportamiento Organizacional de ORT.
La Master en Dirección de Recursos Humanos por ORT, Jimena Louzao —quien trabaja vinculada al área de la salud desde hace 17 años— indica que en este tipo de organizaciones se ha reforzado el trabajo colaborativo y se han ajustado los procesos. “Este contexto requiere de la participación de todos los interesados para unificar criterios y generar sinergia entre diversos sectores”, señala.
Más allá del tipo de empresa y del rubro al que pertenece cada una, ambos profesionales coinciden en que todas están atravesando un proceso de aprendizaje, que dejará asentados cambios estructurales de cara al futuro.
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Claves en tiempos de crisis
Lograr equilibrio en los equipos de trabajo en contextos inciertos es uno de los grandes retos para las organizaciones. Para lograrlo, hay ciertos factores que resultan determinantes.Para Sommer, el liderazgo de una organización y su impacto en el resto de los integrantes es fundamental en este sentido. “El rol del líder en un escenario de cambio está estrechamente vinculado con la contención, la transmisión de tranquilidad y el manejo de ansiedades de las personas”, dice.
En la misma línea, el docente de Liderazgo y Comportamiento Organizacional de ORT explica que en aquellas organizaciones en las que se cuenta con un equipo de liderazgo es vital que todos los integrantes estén alineados. “El hecho de que el equipo de gerentes esté detrás de objetivos comunes es fundamental para sacar adelante una organización”, indica.
Ahora bien, ¿qué sucede en el área de la salud? Louzao explica que en estas organizaciones es conveniente que los referentes de área colaboren con los mandos medios en implementar estrategias para el bienestar de los trabajadores. Para ello, es vital generar herramientas sostenibles en el tiempo que estén alineadas con las necesidades de las áreas asistenciales.
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La comunicación como aliada
Si bien cada organización tiene particularidades que la hacen única, la comunicación es un factor transversal en todas ellas. En este sentido, la graduada de ORT Louzao cree que es necesario generar espacios de diálogo en contextos complejos para obtener buenos resultados y sobrellevar tiempos de crisis. Además, considera oportuno priorizar el consenso y la escucha.
En la misma línea, Sommer dice que las empresas adaptadas a la virtualidad tienen un gran desafío en materia de comunicación: “La presencialidad y el diálogo cara a cara no se sustituye con un mail o un mensaje. Por eso, es esencial trabajar en una comunicación adecuada y utilizar todas las herramientas que estén disponibles para reducir las distorsiones que se puedan generar sobre un mensaje”.
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Aprender de lo sucedido
“No habrá un regreso al pasado, sino una transición hacia un estado global sin pandemia que se realizará en etapas. Por lo tanto, cuanto antes salgamos del estado de emergencia, antes podremos orientarnos a transformar las limitaciones en oportunidades”, explica la coordinadora académica del Master en Dirección de Recursos Humanos de ORT. “Para lograr reflexionar sobre lo sucedido se necesita distancia y espacios de análisis”, señala Fernández. Para eso, recomienda realizar el ejercicio de abordar lo que está sucediendo desde la indagación apreciativa. Es decir, preguntarse qué fortalezas se han desarrollado a nivel personal, de equipo y organizacional, y en qué áreas críticas se han logrado avances que deberían permanecer de cara al futuro.