En un contexto donde la educación no formal cobra cada vez más relevancia, profesionales de distintas áreas se están volcando a formarse para potenciar su impacto en el ámbito laboral. Ese es el caso de Williams Hereu y Juan Burghi, analistas-auditores de calidad en el Instituto Nacional de Carnes (INAC), así como el de Carolina Bartesaghi, gerente académica de capacitación en el Instituto Uruguayo de Normas Técnicas (UNIT).
Los tres estudiantes ―que decidieron cursar el Master en Formación de Formadores para transformar sus prácticas y contribuir al desarrollo de sus respectivos sectores― compartieron el camino que los llevó a realizar el postgrado, sus motivaciones y aprendizajes.
Un Master que amplía las oportunidades
El compromiso con el desarrollo del sector cárnico de Uruguay, desde la perspectiva educativa, fue una de las razones fundamentales que llevaron a Williams Hereu a inscribirse en el Master en Formación de Formadores. “Este sector es uno de los pilares más importantes de la economía nacional y, para potenciar su crecimiento y competitividad, es crucial contar con programas formativos sólidos, bien estructurados y con una visión a largo plazo”, aseguró el analista-auditor de calidad en el Instituto Nacional de Carnes.
Por esa razón, estaba en la búsqueda de una formación potente, que le permitiera diseñar planes de formación “ajustados a las necesidades específicas del sector cárnico” y aplicar indicadores que “evalúen el impacto de estos programas en la reducción de errores humanos en la línea productiva”.
Aunque aún no ha finalizado el postgrado, la evaluación es “muy positiva” hasta el momento: “Uno de los aspectos más valiosos ha sido aprender a diagnosticar necesidades formativas de manera más precisa, lo que nos ha ayudado a desarrollar programas de capacitación que realmente impactan en la eficiencia y en la calidad del trabajo”.
Además de su rol en el INAC, Hereu ejerce la docencia en la Cátedra de Salud Pública, tanto en la Facultad de Veterinaria como en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República. Y la experiencia en el Master en Formación de Formadores también le ha permitido avanzar en el campo del diseño pedagógico y de la gestión estratégica de proyectos educativos.
¿El postgrado también ha ampliado sus oportunidades laborales? “Me ha permitido posicionarme como un referente en formación dentro de mi área de trabajo”, explicó Hereu. Junto con Juan Burghi ―colega del INAC que también cursa el Master en Formación de Formadores― son los únicos veterinarios del país en tener formación y experiencia en la gestión educativa a este nivel, según expresó.
“Esto nos abre la posibilidad de colaborar en proyectos más complejos y estratégicos dentro de la cadena cárnica a todo nivel. Además, me ha proporcionado una red de contactos valiosa con otros profesionales de la educación, lo cual es clave para el desarrollo profesional”, añadió.
Con esa visión, Hereu les recomendaría a los profesionales de la educación no formal, que estén considerando realizar el Master en Formación de Formadores, que “lo hagan sin dudar”. La razón está en que el programa “ofrece una formación integral y práctica, que se adapta a las necesidades del ámbito de la educación no formal”.
Sin duda, el Master ha ampliado mis oportunidades, no solo en términos de conocimientos, sino también al fortalecer mi perfil profesional.
Williams Hereu
“Es una excelente oportunidad para adquirir nuevas herramientas, mejorar la práctica docente y gestionar proyectos de formación con un enfoque más profesional”, concluyó.
Formación para salir de la zona de confort
Con una amplia experiencia de 25 años en el área de capacitación, Carolina Bartesaghi decidió fortalecer su perfil profesional, a través del Master en Formación de Formadores. Su rol actual como gerente académica de capacitación en el Instituto Uruguayo de Normas Técnicas (UNIT) ―una organización cuyo objetivo es la estandarización y certificación de productos y servicios― la motivó a buscar una formación específica que complementara su experiencia práctica en el área de gestión.
La ingeniera química sintió que era el momento de adquirir competencias que le permitieran innovar en los programas de formación y responder a las demandas cambiantes del sector. “Si se quiere empezar a pensar en estructuras diferentes o salir de la zona de confort, siento que necesitamos otros elementos. Por eso, me puse a hacer el Master”, manifestó.
Aunque también se abordan temáticas de la educación formal, Bartesaghi decidió realizar el postgrado porque, evidentemente, iba a “encontrar muchas cercanías”. Y, a pesar de que hay diferencias (como la estructura de la educación formal, por poner un ejemplo), hay varias preocupaciones en común.
En el tramo final del postgrado, destacó que el Master en Formación de Formadores le ha “abierto bastante la cabeza” y que no hay dudas de que le ha “aportado mucho”. Hay cuestiones que, a veces no son trasladables a la institución en la cual se desempeña, pero que, de todas formas, le han servido para entender “qué se puede hacer y qué no” en términos de la formación de formadores.
La propia dinámica intensa de su trabajo y del Master aún no le han permitido sentarse a ver cómo aplicar mucho de lo aprendido. No obstante, lleva un cuaderno de notas de los aspectos e ideas que le gustaría retomar y profundizar, una vez finalizada su formación.
Por ejemplo, lo que respecta a la tecnología en la educación. Si bien especificó que los diplomas de UNIT son “exitosos” y, desde hace un tiempo, cuentan con programas de formación a distancia, consideró que esa temática le pareció “interesante” y aún tiene potencial de desarrollo.
De hecho, de cara al trabajo final del postgrado, está investigando las necesidades de formación docente de un instituto de educación no formal, con un enfoque específico en la formación virtual.
Consciente del esfuerzo y la dedicación que implicaba, Bartesaghi confesó que su plan inicial era completar el Diploma en Formación de Formadores y evaluar si realmente le aportaba valor. Finalmente, decidió avanzar y hoy se encuentra en el camino para completar el Master en Formación de Formadores. Más allá de que afirmó que es “un gran desafío”, el postgrado la impulsó a “pensar de otra manera la formación”.
Aplicabilidad práctica en el campo profesional
“Cuando comencé a trabajar en tareas vinculadas con la educación, pude identificar que era algo con lo que me sentía cómodo, que me motivaba y en donde notaba que podía expresar de mejor manera mi potencial”, narró Juan Burghi, quien en la actualidad se desempeña como analista-auditor de calidad en el Instituto Nacional de Carnes.
Desde finales de 2021, junto con Williams Hereu coordinan capacitaciones para operarios de carnicería de todo Uruguay, con el objetivo de “nivelar el estándar” y "dotar de mano de obra calificada” al rubro.
A lo largo de los años, sin embargo, Burghi notó que no solo le interesaba el rol docente, sino que también le entusiasmaba el desarrollo de planes formativos. Y si bien su formación técnica de base se focalizaba en las ciencias biológicas, entendió que era momento de formarse desde una mirada educativa, para generar un “impacto significativo y sostenible”.
Sin lugar a duda, la formación brindada por el Master me permitirá contar con una formación más integral para hacer foco en planes formativos con sustento técnico y de impacto para el sector cárnico.
Juan Burghi
El postgrado ha logrado satisfacer las necesidades de Burghi: “Ha contribuido con el desarrollo de mis capacidades en lo referente al diseño e implementación de programas de capacitación, así como de acciones de formación”.
Pero, sobre todo, destacó la aplicabilidad práctica, lograda a través de los diagnósticos de necesidades formativas, y del diseño, ejecución y evaluación de los planes de formación. En concreto, ha podido dar respuesta a las necesidades formativas de los operarios de la industria cárnica y del mercado interno.
Es por ello que es optimista en cuanto al futuro. El estudiante considera que podrá seguir perfeccionándose en la práctica, con las herramientas proporcionadas por el Master, de forma de “lograr planes formativos que impacten positivamente en el colectivo objetivo y permitan generar mejoras a lo largo del tiempo”.
A modo de cierre, Burghi concluyó que se trata de “un Master muy útil”, que brinda herramientas fundamentales para aquellos que “piensan desarrollarse en la formación de formadores y en el desarrollo de planes y acciones formativas”.
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Master en Formación de Formadores