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Un libro sobre convivencia, democracia y redes sociales

28/11/2019
Presentación del libro "Abriendo el hilo. La convivencia y la democracia en tiempos de redes sociales", de Francisco Faig, columnista de El País.
Libro de Francisco Faig

“Las redes no son un sinónimo del universo real. Lo que se discute allí no necesariamente refleja las prioridades de la población global”, dijo Francisco Faig —editorialista y columnista editorial de El País— durante la presentación de su libro Abriendo el hilo. La convivencia y la democracia en tiempos de redes sociales.

Según Faig, el ensayo recapitula cuestiones básicas sobre la democracia y las características de las redes sociales en contraposición al mundo real. Plantea los problemas de la ciudadanía de este siglo, así como la confusión que puede surgir por la variedad de métodos que existen hoy para informarse. Publicado por la editorial Sudamericana, el libro recibió el primer premio del certamen de ensayos 2019 de la Masonería del Uruguay.

La presentación, organizada por el Departamento de Estudios Internacionales, tuvo lugar el lunes 25 de noviembre de 2019 en el Campus Pocitos de la Universidad ORT Uruguay.

Faig obtuvo su DEA en Estudios Políticos en el Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po) y cursa el Magíster en Artes Liberales en la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile. Fue hasta 2015 profesor de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales de la Universidad ORT Uruguay.

Durante la presentación, comentó el libro Facundo Ponce de León —Doctor en Filosofía por la Universidad Carlos III de Madrid, director del Departamento de Humanidades de la Universidad Católica y de la productora audiovisual Mueca Films—.

La distorsión de las redes sociales

Ponce de León comentó sus reflexiones a partir de leer el libro:

  • El ensayo abre la cuestión antropológica de la agresividad: “Los seres humanos tenemos algo violento que necesitamos sacar afuera”, indicó Ponce de León, quien se pregunta si no serán las redes lo que en algún momento se le adjudicó al estadio, la válvula de escape por la cual estamos “destilando ciertos venenos”.
  • En las redes funciona lo emotivo: “Sin embargo, estamos en la era de los líderes políticos no emotivos”.
  • Cómo se configura el prejuicio: “Las redes potencian los prejuicios que existían antes, no inventan nada nuevo. Si se quiere, los vuelven más evidentes”.
  • Es necesario ampliar la política y dejar de pensar que la ingeniería es neutral: “Pensamos que las elecciones definen los próximos cinco años. Es cierto y no. La política la define también lo que hacen los ingenieros que están en este momento programando software”.
  • Cómo se utiliza WhatsApp: Ponce de León se preguntó si todas las cuestiones que se analizan sobre otras redes sociales son aplicables también a WhatsApp.
  • El uso de las redes sociales en el espacio público es incierto: Todavía no se sabe cómo los nativos digitales van a aplicar las redes sociales en el futuro en este sentido. Sin embargo, Ponce de León se mostró optimista al respecto.
  • Es importante mantener la parsimonia y la cautela: “Si las redes sociales y el mundo de hoy van muy rápido, el desafío educativo es aprender a ir despacio”.

Razón y emoción

Faig reside en Chile desde 2016. Desde ese momento, las redes sociales pasaron a tener un protagonismo importante en su vida.

En enero de 2018, cometió un error en una de sus columnas de El País. A partir de esto, una persona retomó el dato incorrecto que él había escrito.

“Me empezaron a llover por Facebook y Twitter una catarata de insultos. Me insultaba gente que nunca había visto en mi vida, a veces de forma anónima, a veces con nombre”, dijo.

Contó que esto lo hizo reflexionar sobre las redes sociales como herramienta de comunicación, al debate público y en relación a los sistemas de comunicación más clásicos.

El ensayo, que plantea las características de las redes sociales y de la democracia, pone énfasis en su dimensión no racional. En ambas, “prima la emoción”.

La relación con la realidad no es la misma en las redes sociales que cuando uno lee el diario. “En un contexto de abundancia de información, los nativos digitales se enfrentan al problema de no saber en quién confiar para informarse”.

Hay personas que no tienen redes sociales, lo que se discute en las redes no es necesariamente lo que se discute en el país, hay temas que son prioridad en el mundo que casi no se mencionan en estas plataformas. En otras palabras, las redes sociales no son representativas de la realidad.

“Todas estas dimensiones son novedosas. Hace diez años, nada de esto estaba sobre la mesa. Ponen en tela de juicio aspectos esenciales de la democracia representativa: para qué están los diputados, la parsimonia con la que hay que tratar temas que definen hacia dónde va una sociedad, la importancia de las redes para dirimir cuestiones que hacen al debate público del país o a las decisiones que hay que tomar colectivamente”, señaló Faig. 

“Los amigos de Facebook no representan el mundo en lo más mínimo”, indicó Faig. En Facebook hay un algoritmo que elige qué publicaciones mostrarle a cada persona. Cada uno está en contacto con un universo afín al suyo y que no es objetivo, lo que tiende a polarizar las opiniones.

“Todo esto implica que los ciudadanos debamos estar atentos a qué es lo que está ocurriendo”, afirmó Faig y concluyó que “la sociedad es más compleja que las redes”.

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