¿Cuáles son los temas clave que se tratarán y cómo encaja Latinoamérica en el debate al lado de los países más desarrollados? El Dr. Juan Francisco Rosas, profesor investigador de ORT e integrante de la Red Regional de Cambio Climático y Toma de Decisiones, comentó sobre este tema en la siguiente entrevista.
Rosas es doctor en Economía y profesor investigador de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales de la Universidad ORT Uruguay. Asimismo, integra la Red Regional de Cambio Climático y Toma de Decisiones que integra la facultad junto al Instituto SARAS, la Universidad de la República y un conjunto de universidades y centros de investigación latinoamericanas vinculados al cambio climático.
Este vínculo con el proyecto es el que lo llevó en 2018 a participar en la COP24 que se realizó en Polonia y en la COP27 en Egipto.
A partir de estas experiencias y de su conocimiento acerca de la temática, Rosas respondió, en la siguiente entrevista, la importancia de que existan instancias como estas, cuáles serán los asuntos claves este año y el rol que juega Latinoamérica en el debate.
¿Por qué son importantes las COP?
Por un lado, es relevante porque es el ámbito formal en el que se llevan adelante las negociaciones entre los países respecto a los temas vinculados al cambio climático, y es el momento y lugar en el que confluyen los intereses y posiciones de cada país.
Por otro lado, también confluyen, en estas instancias, un sinnúmero de organizaciones públicas, privadas y de la sociedad civil que también dejan sentados sus intereses, manifestaciones y reclamos que tienen que ver con la problemática generada por el cambio climático.
Si bien durante la conferencia hay mucha negociación, exposición y lobby, por ejemplo, también hay una actividad preparatoria muy intensa que ocurre en los meses previos a su realización. Como en toda negociación, en este tipo de eventos es cuando se aprueban y votan ciertas resoluciones que llevan meses o años negociándose en la búsqueda de acercar posiciones de los distintos países. Además de las negociaciones que son llevadas adelante por las delegaciones oficiales de cada país, hay un gran entramado de actividades corporativas y académicas que generalmente buscan dar a conocer nuevos avances y descubrimientos que han ido ocurriendo.
¿Cuáles serán los principales temas a tratar en la COP28?
El tema principal continúa siendo lograr el compromiso de los países, principalmente de aquellos que son los mayores emisores de gases de efecto invernadero (GEI), en reducir sus emisiones netas. Esto involucra acciones climáticas fuertes y grandes compromisos de descarbonización de sus economías.
Otro refiere a seguir dándole relevancia a la adaptación al cambio climático. Para ambas cosas, es clave que se continúe aunando esfuerzos para generar las fuentes de financiamiento climático necesario para alcanzar estos objetivos.
Hay otro objetivo que tiene que ver con la implementación del llamado Global Stocktake. Esto refiere a la sistematización cada cinco años de todos los esfuerzos, acciones y políticas llevados adelante por las diferentes partes tendientes a mitigar los GEI, generar sistemas resilientes al cambio climático, y asegurar el financiamiento necesario para llevarlos adelante. Implica un compromiso asumido en el Acuerdo de París, y las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional que cada país reporta ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático son parte fundamental de esta evaluación.
La COP28 constituye un hito, porque concluye la primera ronda de esta evaluación global. Sin embargo, el reporte preliminar ya difundido evidencia que se necesita una mayor acción climática y compromiso de las partes para lograr el objetivo de permanecer por debajo de los 1,5 °C de aumento respecto a niveles preindustriales.
¿En qué asuntos Latinoamérica sigue "corriendo de atrás", respecto a los países más ricos, para el desarrollo e implementación de políticas y medidas asociadas al cambio climático?
En términos generales, y como grupo de países en desarrollo, la mayor necesidad que se ha manifestado es la del financiamiento climático; esto es, los fondos para llevar adelante políticas y acciones tendientes a mitigar GEI, y a reducir los impactos del cambio climático en la economía, la sociedad y el medio ambiente. En el marco de lo que se conoce como las responsabilidades comunes pero diferenciadas, nuestros países, al igual que el resto de los países en desarrollo, han venido reclamando un mayor compromiso de parte del mundo desarrollado en la provisión de este tipo de financiamiento.
Teniendo en cuenta eso, ¿cómo encaja Latinoamérica en este tipo de conferencias? Es decir, ¿las sugerencias o propuestas que surgen de las COPs son aplicables para el contexto latinoamericano?
Sin duda que son recibidas y tienen impacto. Para empezar, en la negociación climática, no hay que perder de vista que cada país tiene un voto independientemente de su tamaño, como ocurre en otros ámbitos del Sistema de Naciones Unidas.
Por otra parte, los países latinoamericanos han tenido un rol preponderante en poner a la adaptación al cambio climático en el mismo nivel de relevancia que la mitigación del cambio climático.
Para nuestros países es tremendamente importante adaptarse a los efectos de la variabilidad del clima y el cambio climático propiamente dicho, efectos que se manifiestan hoy en nuestra producción, economía, ciudades, etc.
Esto ha permitido desplegar muchas acciones y programas a nivel de todos los países latinoamericanos que buscan generar sistemas productivos y ciudades más resilientes al clima.
También, los temas de agricultura (que involucra cultivos, ganadería, forestación, entre otros) son típicamente negociados en bloque desde un subgrupo de países latinoamericanos con intereses comunes y tiene un rol fundamental para nuestros países, porque, por un lado, es el sustento de buena parte de dichas economías pero, por otro, está en el centro de la discusión climática como un factor más de los responsables del cambio climático.
Tener argumentos comunes, sólidos y basados en ciencia es clave para defender estas posiciones.
En siete años será momento de analizar si se logró cumplir con, por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que la ONU incluyó en su Agenda 2030. ¿Cuál es la situación actual y qué se espera para estos siete años? ¿Hay optimismo respecto a la concreción del objetivo número 13, que contempla la temática del cambio climático?
El ODS 13, más allá de los distintos objetivos específicos que tiene, se puede manifestar en el interés de la comunidad global de no superar el incremento de la temperatura global por encima de 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales. Ese objetivo es muy ambicioso de alcanzar y hasta ahora no se ha visto en las distintas COPs un compromiso suficiente para lograrlo, incluso uno menos ambicioso consistente en no incrementar la temperatura por encima de los 2,0 °C.